Enviado estadounidense comenta sobre respuesta de Líbano al desarme de Hezbollah

BEIRUT (AP) — Tom Barrack, el enviado de Estados Unidos, expresó su satisfacción el lunes tras recibir la respuesta del gobierno libanés a un plan para desarmar al grupo Hezbollah. Durante una conferencia de prensa, el funcionario agregó que Estados Unidos está preparado para ayudar a Líbano en su difícil situación política y económica.

Después de su encuentro con el presidente Joseph Aoun, Barrack comunicó a los medios que evaluaría la detallada respuesta de siete páginas proporcionada por el gobierno. Manifestó su compromiso conjunto con las autoridades libanesas para encontrar una solución.

“Lo que el gobierno nos ofreció fue excepcional considerando el tiempo limitado y la complejidad del asunto”, comentó Barrack en la conferencia de prensa, la cual duró aproximadamente 20 minutos en el palacio presidencial al sureste de Beirut.

Estas reuniones tuvieron lugar en un contexto de preocupación por la negativa de Hezbollah a desarmarse y el temor a un posible resurgimiento de la guerra con Israel, en medio de un frágil alto el fuego que se estableció en noviembre del año anterior.

El mes pasado, Barrack presentó a los funcionarios libaneses una propuesta enfocada en el desarme de Hezbollah y en impulsar reformas económicas como parte de los esfuerzos para recuperar al país de su crisis económica, que ya dura casi seis años, la más severa en su historia reciente. El colapso económico se atribuyó a años de corrupción y mala gestión de la clase dirigente libanesa.

El enviado estadounidense sugirió que Líbano debería transformarse como lo hizo Siria tras la eliminación de Bashar Assad en diciembre, cuando un nuevo liderazgo introdujo reformas económicas significativas.

En sus afirmaciones, Barrack enfatizó que Líbano está listo para cambiar si ello es lo que se desea, subrayando que si no hay voluntad de cambio, no será un problema, dado que “el resto de la región avanza rápidamente”.

Las armas de Hezbollah han sido motivo de tensión desde que Israel se retiró del sur de Líbano en 2000 tras 18 años de ocupación. La guerra entre ambas partes en 2006 culminó sin un vencedor claro.

La reciente confrontación entre Israel y Hezbollah se intensificó después del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, afectando gravemente al grupo respaldado por Irán y ocasionando la pérdida de gran parte de su liderazgo. Desde la entrada en vigencia del alto el fuego mediado por Estados Unidos en noviembre, Hezbollah ha reducido su presencia militar en la frontera con Israel, mientras que Israel insiste en que el grupo debe desarmarse completamente en el país.

Aoun mencionó el domingo que el número de soldados libaneses en la frontera con Israel aumentará a 10.000, asegurando que solo estos y los cascos azules de la ONU estarán armados en el lado libanés.

Horas antes de la llegada de Barrack a Beirut, la fuerza aérea israelí ejecutó bombardeos en el sur y este de Líbano, causando lesiones a nueve personas, según informes oficiales. El ejército israelí alegó que estos ataques estaban dirigidos a la infraestructura de Hezbollah, así como a sus depósitos de armas y lanzadores de misiles.

El líder de Hezbollah, Naim Kassem, confirmó recientemente la postura del grupo de no desarmarse hasta que Israel se retire completamente de Líbano y cese sus ataques aéreos.

La histórica guerra entre Hezbollah e Israel dejó más de 4.000 muertos en Líbano y causó daños valorados en aproximadamente 11.000 millones de dólares. En Israel, fallecieron 127 personas, entre ellos 80 soldados.

Desde la tregua de noviembre, Israel ha llevado a cabo cientos de ataques aéreos en el territorio libanés, resultando en la muerte de unas 250 personas y más de 600 heridos. Además, Israel se resiste a retirar cinco puestos estratégicos que mantiene en el país, a pesar de que se solicitó el retiro a principios de año.

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Esta noticia fue traducida del inglés por un editor de AP con apoyo de herramientas de inteligencia artificial.