En Buenos Aires, los perros son considerados hijos con celebraciones especiales y lujos

BUENOS AIRES (AP) — Venus observa con sorpresa cómo un grupo de personas, a su alrededor, aplaude y repite una melodía. De pronto, todo queda en silencio y la miran fijamente. La vela del pastel en el centro de la mesa está a punto de apagarse.

Sin embargo, Venus, con un bonete rosa sobre la cabeza, no puede soplarla. Los perros carecen de dicha habilidad. Junto a ella, su dueña Victoria Font apaga la vela, corta un trozo de torta y se lo ofrece. Los presentes vuelven a aplaudir.

“Para mí, Venus es como mi hija, se merece que le festeje su cumpleaños”, expresó Victoria un domingo reciente en el Barto Café, ubicado en un suburbio al sur de la ciudad, donde ofrecen pastelería y celebraciones para perros.

La escena, que hace años hubiera parecido absurda, representa una nueva forma de relación entre humanos y animales. En Buenos Aires —una de las ciudades con mayor concentración de perros en el mundo, con 2.463 por kilómetro cuadrado—, un número creciente de personas prefiere la compañía de mascotas en lugar de la de niños.

“A ella le encanta recibir atención... Quiero que sienta que es el centro de atención en un lugar público, con invitados... Así como un niño en su cumpleaños”, agregó la joven de veintitantos años durante la celebración de los 5 años de su “perra-hija”, de raza mixta y color negro. “Es muy humana, literalmente. En casa duerme con la cabeza en la almohada, sabe abrir las puertas, come en la mesa y entiende todo lo que le digo”.

Datos oficiales indican que en la capital argentina hay aproximadamente 493.676 perros y 368.176 gatos, mientras que la población humana de menores de 14 años asciende a 460.696. Esto implica que hay una mascota en casi 8 de cada 10 hogares porteños.

Aunque la tendencia de preferir animales sobre niños es global, no en todos los países la cifra de mascotas supera la de menores. Por ejemplo, en México, más hogares (79%) cuentan con un niño menor de 17 años que los que tienen una mascota (70%).

En España, existen 1,8 millones de niños menores de 4 años frente a 10,4 millones de animales de compañía.

El fenómeno también responde a factores socioeconómicos: las crecientes exigencias educativas, las dificultades para acceder a créditos, y la falta de exigencias respecto a la formación de una familia o estilo de vida. El doctor en Psicología Marcos Díaz Videla explica que la recesión, el trabajo precario y la falta de expectativas están desalentando la maternidad y paternidad, mientras se consolida un nuevo concepto de hogar con niños de cuatro patas.

“Los animales pasan a formar parte de la familia y redefinen la dinámica, los rituales y los espacios en el hogar. No se trata solo de tener mascotas, sino de crear vínculos familiares con ellas”, sostuvo Díaz.

Mientras sectores políticos conservadores de la capital argentina se preocupan por la baja tasa de natalidad, algunos sectores progresistas buscan convertir a la ciudad en un lugar más amigable para los animales, proponiendo iniciativas como su acceso al transporte público, un registro de paseadores y cremación de restos en cementerios públicos. Al mismo tiempo, se ha generado un floreciente mercado en torno a la crianza de mascotas.

De hecho, Argentina se destaca como un país con una fuerte relación con los animales. Magalí Maisonnave, una ferviente seguidora del club River Plate, sueña con llevar a su perro salchicha Sandro al estadio, como cualquier padre lo haría con su hijo. Ella sostiene: “Sandro es mi salvador, es pura alegría”.

El psicólogo Díaz Videla, especializado en antrozoología, comenta que hoy en día se cuestiona más la ausencia de vínculos de vida con los animales que la tendencia a humanizarlos, como festejarles cumpleaños.

El presidente ultraderechista Javier Milei se presenta como un ejemplo de esta tendencia, refiriéndose a sus mastines como “mis hijos de cuatro patas” y llegando a imitar su crianza de mascotas a través de la clonación. En la legislatura de Buenos Aires se discuten varios proyectos sobre bienestar animal, incluyendo uno para regular el registro de paseadores.

Emmanuel Ferrario, legislador del partido Vamos por Más, menciona que Buenos Aires tiene la oportunidad de convertirse en la ciudad más ‘pet friendly’ de la región. Sin embargo, la vicealcaldesa conservadora Clara Muzzio expresa su inquietud ante el alto número de perros en comparación con la población infantil, sugiriendo que podría haber un desequilibrio social.

Mientras la crisis económica influye en la decisión de tener hijos, los porteños no escatiman en gasto en sus mascotas. Desde servicios de peluquería hasta panaderías exclusivas para perros, los dueños están dispuestos a invertir en la felicidad de sus animales.

Incluso en cementerios dedicados a mascotas, la demanda ha crecido exponencialmente. Desde 2008, el refugio “Jardines del Alma” ha visto un aumento en la solicitud de entierros para animales, simbolizando la creciente importancia de estos seres queridos en la vida de sus dueños.

A medida que la relación entre humanos y animales evoluciona, se destaca la profunda conexión emocional que se genera, reflejando cómo los animales no son solo mascotas, sino verdaderos miembros de la familia.