El rey Carlos III llegó a Canadá para reafirmar la soberanía frente a Trump

El rey Carlos III arribó a Ottawa el lunes, en una visita que subraya la soberanía de Canadá en respuesta a las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump.

Las repetidas insinuaciones de Trump sobre la posibilidad de una anexión a Estados Unidos llevaron al primer ministro Mark Carney a invitar al rey a pronunciar el discurso del trono, el cual servirá para delinear la agenda del nuevo Parlamento canadiense. 

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Como jefe de Estado de Canadá, que forma parte de la Commonwealth británica, el rey Carlos es una figura simbólica en la política canadiense.

El primer ministro Carney y la primera gobernadora general indígena de Canadá, Mary Simon, representante del monarca en el país, darán la bienvenida al rey y a la reina Camila. Una guardia de honor integrada por 25 miembros de los Dragones Reales Canadienses, unidad de la que el rey es coronel en jefe, también participará en el acto.

“La presencia de Carlos y Camila en este momento crucial tiene un profundo significado”, declaró Simon en un comunicado. “Refuerza el vínculo constitucional que ha forjado el camino de Canadá hacia una nación orgullosa e independiente”.

“Su visita nos invita a reflexionar sobre nuestra identidad nacional y a celebrarla”, añadió.

Es poco común que un monarca pronuncie un discurso en el trono en Canadá. La reina Isabel II, madre de Carlos, lo hizo en dos ocasiones durante sus 70 años de reinado, siendo la más reciente en 1977.

A pesar de que muchos canadienses muestran indiferencia hacia la monarquía, Carney busca dejar en claro las diferencias entre Canadá y Estados Unidos, subrayando la soberanía de su nación.

Tras la independencia de Estados Unidos de Gran Bretaña, Canadá se mantuvo como colonia hasta 1867 y desde entonces ha operado como una monarquía constitucional con un sistema parlamentario británico.

El discurso que se pronunciará el martes será elaborado por el gobierno canadiense y no por el rey ni sus asesores, quien actuará como jefe de Estado no partidista.

Los canadienses han manifestado su descontento cuando el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, extendió una invitación de visita a Trump en nombre del rey, durante un periodo en el que Trump cuestionaba la soberanía canadiense.

“Este gesto no fue bien recibido, dadas las circunstancias”, comentó Carney en una entrevista con Sky News. “Era un momento en el que estábamos bastante claros sobre los problemas relativos a nuestra soberanía”.

Recientemente, el rey ha mostrado su apoyo hacia Canadá, ejemplificado en la exhibición de medallas militares canadienses en una de sus visitas a un portaaviones británico.

El día de su llegada, Carlos lanzará el primer disco ceremonial en un juego de hockey callejero, participará en un evento comunitario y se reunirá con Carney. Camila, por su parte, participará en una ceremonia de juramento para convertirse en consejera privada canadiense, un nombramiento vitalicio que le permitirá ofrecer asesoramiento al rey sobre el país.

Después de su discurso del martes y de visitar el Monumento Nacional de Guerra de Canadá, el rey regresará al Reino Unido.