El Reino Unido buscará que las ganancias de la venta del Chelsea vayan a Ucrania

Reclamo por fondos humanitarios

Tras tres años de la venta del Chelsea, el gobierno británico anunció su disposición a recurrir a la justicia para garantizar que las ganancias de esta operación lleguen a las víctimas de la mediática guerra en Ucrania. La situación se origina a raíz de las sanciones impuestas al magnate ruso Roman Abramovich, quien se vio obligado a desprenderse del club en 2022.

Abramovich, quien comandó al Chelsea durante una exitosa etapa, vendió el club a un consorcio estadounidense por 2.500 millones de libras (aproximadamente 3.200 millones de dólares). Desde entonces, se comprometió a destinar las ganancias a una fundación que ayude a las víctimas de la guerra en Ucrania.

A pesar de esta declaración, se reporta que los fondos permanecen congelados en una cuenta bancaria, lo que ha generado preocupación y frustración por parte del gobierno británico.

Acción legal inminente

Rachel Reeves, jefa del Tesoro, y David Lammy, secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, comunicaron que el gobierno está decidido a proceder legalmente si Abramovich no coopera para liberar el dinero. “Estamos frustrados por la falta de progreso en este asunto y estamos dispuestos a ir a los tribunales si es necesario. No dejaremos de luchar para que los fondos sean utilizados en causas humanitarias en Ucrania”, comunicaron ambos funcionarios.

Este movimiento se da en un contexto donde el gobierno británico ha apuntado a varios oligarcas rusos, incorporando a Abramovich entre sus objetivos al momento de establecer sanciones tras la invasión de Ucrania. Según Lammy, estos fondos deberían ser utilizados de manera urgente para asistir a las personas afectadas por el conflicto.

Futuro incierto para los fondos

A pesar de los intentos por liberar el dinero, su uso permanece restringido hasta que se obtenga una licencia específica del gobierno. Por el momento, los fondos siguen perteneciendo a Abramovich pero se encuentran inactivos, y el gobierno británico insiste en que deben destinarse exclusivamente a fines humanitarios.

El llamado a la justicia busca resolver un dilema ético que ha conmocionado tanto al deporte como a la política internacional, donde las acciones de un antiguo propietario de un club emblemático ahora resuenan en un contexto de crisis humanitaria.