EEUU flexibiliza restricciones sobre revocación de visas por conductas polémicas

WASHINGTON (AP) — En el contexto de la revocación de visas, EEUU ha mantenido históricamente la confidencialidad. Sin embargo, el gobierno del presidente Donald Trump tomó una nueva dirección al hacer pública la revocación de visas a la banda británica de rap-punk Bob Vylan, haciendo hincapié en la gravedad de sus acciones. Esta medida señala un cambio en la política de privacidad relacionada con las revocaciones.

El subsecretario del Departamento de Estado, Christopher Landau, se volvió el centro de atención al anunciar en redes sociales que las visas de la banda habían sido anuladas. Esto ocurrió tras un incidente en el festival Glastonbury, donde el vocalista, al parecer, incitó al público a gritar consignas contra las Fuerzas de Defensa de Israel.

La policía británica está investigando si el cantante violó alguna ley al convocar a estas expresiones. Previo a este hecho, Landau citó la "diatriba de odio" en su declaración sobre la revocación, lo cual fue una táctica inusual para un proceso que normalmente permanece en la sombra.

La banda, por su parte, refutó las acusaciones de antisemitismo y definió su postura como legítima al manifestar su opinión sobre la guerra en Gaza. Este cruce entre arte y política destaca la tensión actual entre la libertad de expresión y las normas de inmigración.

Por años, el Departamento de Estado se ha mostrado reacio a proporcionar datos sobre revocaciones de visas, con excepciones en casos de funcionarios extranjeros involucrados en violaciones de derechos humanos o corrupción. Sin embargo, bajo la administración Trump, se ha debilitado esta reserva, buscando actuar contra comportamientos considerados ofensivos o que promuevan el odio.

La portavoz de este organismo, Tammy Bruce, subrayó que aquellos que glorifican la violencia no son bienvenidos en el país. Según Bruce, al hacer públicas estas revocaciones, el gobierno reafirmaba su compromiso respecto a los estándares de admitidos en el territorio.

En la misma línea, más de 300 visas han sido anuladas este año debido a acusaciones de vínculos con actividades pro-Hamás o actuaciones antisemitas. Sin embargo, algunos de estos casos no fueron anunciados de forma individual, lo que genera una falta de claridad en estos procedimientos.

Uno de los casos destacados incluyó a Rumeysa Ozturk, detenida en Massachusetts por criticar la postura de su universidad ante el conflicto de Gaza. Su visa fue revocada bajo la premisa de que su presencia en EEUU podría tener repercusiones negativas para la política exterior estadounidense.

Desde hace décadas, las revocaciones de visas por razones políticas no son un fenómeno nuevo. Historias célebres incluyen el caso del actor Charlie Chaplin en los años 50 o el intento de deportación de John Lennon en los 70. Según Amnistía Internacional, esta práctica tiene raíces históricas que se remontan a épocas de la Guerra Fría, donde intelectuales y artistas fueron excluidos por supuestas postura subversivas.

El panorama actual pone de manifiesto la interacción entre la política de inmigración y la libertad de expresión, donde las decisiones gubernamentales se reflejan en la esfera cultural.