Diez candidatos se mantienen en la carrera presidencial de Bolivia

LA PAZ (AP) — El viernes, diez candidatos continuaron en la carrera hacia las elecciones presidenciales del 17 de agosto en Bolivia, aunque la autoridad electoral aún debió pronunciarse sobre los postulantes definitivos.

Esta contienda se desarrolla en un contexto de fuerte crisis económica y alta tensión social y política, con pedidos de renuncia del presidente Luis Arce, así como protestas convocadas por el expresidente Evo Morales, quien se ha visto excluido del proceso electoral.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) se reunió el viernes con el fin de divulgar la lista de candidatos que lograron pasar la fase de depuración. Francisco Vargas, vocal del TSE, confirmó que los diez binomios inscritos continúan en la lucha.

El último habilitado fue Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y dirigente cocalero, de 36 años y con título universitario. Rodríguez, que ha sido discípulo de Morales, se ha distanciado de él y busca ser una alternativa para salvar al fracturado oficialismo, que enfrenta luchas internas y el riesgo de perder su control que mantuvo durante casi 20 años.

Rodríguez celebró su habilitación con elogios hacia Morales y críticas a la gestión de Arce, quien decidió no buscar la reelección tras una caída en su popularidad relacionada con la crisis económica que se profundizó durante su mandato. La contienda por el liderazgo del Movimiento al Socialismo (MAS) ha dejado a Morales y Arce como candidatos anulados, mientras que el partido ahora respalda a Eduardo del Castillo, actual ministro de Gobierno, quien según las encuestas tiene pocas posibilidades.

Rodríguez opta por una sigla distinta, proveniente de la disidencia del MAS. Otra figura surgida del dividido oficialismo es Eva Copa, alcaldesa de El Alto, quien compite con su propio partido.

El bloque opositor, conformado por sectores de centro y derecha, también llega dividido a las elecciones, lo que complica sus posibilidades de derrocar al MAS. Entre los postulantes se encuentran el expresidente Jorge "Tuto" Quiroga y el exministro Samuel Doria Medina, ambos conocidos por implementar privatizaciones y reformas liberales en los años '90. Un tercer candidato es Manfred Reyes Villa, alcalde de Cochabamba.

La campaña electoral se ve afectada por intensas protestas de sectores sociales y productivos que demandan soluciones ante la grave escasez de combustibles y el incremento en los precios de los alimentos. Ante este clima de malestar, números crecientes de ciudadanos exigen la renuncia de Arce, a menos de tres meses de las elecciones.

Al panorama conflictivo se suman cinco días de manifestaciones, con cortes de carreteras organizados por Morales, que presionan por su habilitación como candidato y exigen la renuncia de Arce, a quien responsabiliza de la crisis. En respuesta, el mandatario, quien fue ministro de Economía durante una década, acusó a su exmentor de intentar "convulsionar el país" para perjudicar el proceso electoral y forzar su renuncia.

Morales, que gobernó de 2006 a 2019, quedó inhabilitado debido a un fallo del Tribunal Constitucional que declaró ilegal su intención de buscar un tercer mandato. También perdió la dirección del MAS y enfrenta una orden de detención por negarse a responder ante la justicia en una investigación sobre abuso a una menor durante su mandato. Recientemente, el ministro de Justicia presentó una nueva demanda contra Morales, esta vez por terrorismo, relacionada con las protestas que afectan a cinco regiones del país.

Morales, residenciado en su bastión cocalero del Chapare, acusa a Arce de emprender una "guerra judicial" para excluirlo de la pugna electoral.

El exmandatario intenta generar inestabilidad con el fin de postergar las elecciones y buscar su habilitación, a la vez que lucha por su carrera política y busca presionar al futuro gobierno para frenar los procesos judiciales en su contra, tal como analizó el politólogo Marcelo Arequipa.