Cumbre de BRICS en Brasil: Diplomacia cautelosa ante el gobierno de Trump

RÍO DE JANEIRO (AP) — Brasil recibió a líderes del bloque BRICS, compuesto por países en desarrollo, para una cumbre que tuvo lugar el domingo y el lunes. Durante este evento, se abordaron con cuidado temas urgentes, como el conflicto entre Israel e Irán, la crisis humanitaria en Gaza, y las tarifas comerciales impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Expertos y diplomáticos señalaron que la falta de cohesión en un BRICS que amplió su membresía el año pasado podría impactar su capacidad para ser un actor relevante en el ámbito internacional. La agenda moderada de la cumbre fue vista como un intento por parte de los miembros de evitar llamar la atención del presidente norteamericano.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fijó algunas de sus prioridades en la cumbre, como el debate sobre inteligencia artificial y el cambio climático, aunque varios líderes clave decidieron no participar.

El hecho de que el presidente de China, Xi Jinping, no asistiera a la cumbre por primera vez desde su asunción en 2012, y la asistencia del presidente ruso, Vladímir Putin, a través de videoconferencia debido a problemas legales derivados de la invasión de Ucrania, plantearon desafíos para el grupo.

La moderación en las discusiones contrastó con la cumbre anterior, llevada a cabo en Rusia, donde se abordaron alternativas a los sistemas de pago dominantes de EE.UU. Esta vez, se buscó una comunicación más técnica y menos polémica.

Algunos miembros del BRICS propusieron declaraciones más contundentes sobre Gaza y el conflicto con Irán, pero la mayoría acordó mantener un tono más neutral. Oliver Stuenkel, profesor en la Fundación Getulio Vargas, comentó que Brasil deseaba mantener un enfoque técnico durante el encuentro.

Un funcionario brasileño anticipó que el grupo generaría tres declaraciones conjuntas y una final, que se desarrollarían sin la influencia de tensiones geopolíticas actuales. Observadores indicaron que la cumbre no podría reflejar una alternativa sólida ante la inestabilidad global.

Las ausencias de líderes de naciones clave confirman las dificultades del BRICS para consolidarse como un referente de liderazgo global. Al mismo tiempo, Brasil presentó las prioridades del encuentro, priorizando temas estratégicos como salud y finanzas, en lugar de cuestiones conflictivas.

La prudencia de Brasil se manifestó también en la búsqueda de evitar confrontaciones con la administración Trump, quien ha amenazado con sanciones económicas contra naciones que perciba como desafiantes. Brasil intenta proteger su economía mientras mantiene discusiones sobre reformas en instituciones globales.

La cumbre fue considerada esencial para los asistentes, dado el contexto de inestabilidad mundial y las complicaciones derivadas de las tensiones comerciales. La reunión permitió a los países emergentes explorar alternativas y diversificar sus relaciones comerciales. Para Lula, representó un respiro necesario de una escenario nacional complicado.

Además, la cumbre ofreció una plataforma para avanzar en iniciativas relacionadas con el cambio climático, coincidiendo con las negociaciones que se llevarán a cabo en la COP 30 en Belém en noviembre próximo.