Colonos israelíes queman mezquita y dejan mensajes de odio tras críticas militares

DEIR ISTIYA, Cisjordania (AP) — Colonos israelíes incendiaron y vandalizaron una mezquita en una aldea palestina en el centro de Cisjordania durante la noche, escribiendo mensajes de odio en una muestra de desafío un día después de que algunos líderes israelíes condenaran un reciente ataque de colonos contra palestinos.

Una pared y al menos tres copias del Corán, así como parte de la alfombra de la mezquita en la localidad palestina de Deir Istiya, se veían quemadas cuando un reportero de AP visitó el lugar el jueves.

En un lado de la mezquita, los colonos dejaron grafitis como "no tenemos miedo", "nos vengaremos de nuevo" y "sigan condenando". El garabato en hebreo, difícil de descifrar, parecía hacer referencia al general de división Avi Bluth, jefe del Comando Central del ejército, quien hizo una inusual condena de la violencia el miércoles.

El suceso continuaba con una serie de ataques que han provocado preocupación entre altos funcionarios, líderes militares y el gobierno de Trump. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, no ha hecho comentarios sobre el aumento de la violencia.

Soldados del ejército israelí, que no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios, estaban presentes en la escena.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, dijo en una conferencia de prensa el miércoles que había "cierta preocupación sobre los sucesos en Cisjordania que podrían propagarse y crear un efecto que podría socavar lo que estamos haciendo en Gaza".

Jóvenes colonos han lanzado cientos de ataques desde que estalló la guerra en Gaza hace dos años. Los ataques se han intensificado en las últimas semanas mientras los palestinos cosechan sus olivos en un ritual anual. Octubre fue el mes con el mayor número de ataques de colonos registrados en Cisjordania desde que la oficina humanitaria de la ONU comenzó a llevar un registro en 2006, según la oficina.

El martes, decenas de colonos israelíes enmascarados atacaron las aldeas palestinas de Beit Lid y Deir Sharaf en Cisjordania, incendiando vehículos y otras propiedades antes de enfrentarse con soldados israelíes.

El presidente, Isaac Herzog, describió los ataques como "impactantes y serios", añadiendo una voz poderosa a lo que ha sido una crítica moderada por parte de altos funcionarios israelíes sobre la violencia de los colonos. El puesto de Herzog, aunque en gran medida ceremonial, pretende servir como brújula moral y fuerza unificadora para el país.

Herzog afirmó que la violencia cometida por un "puñado" de perpetradores "cruza una línea roja", añadiendo en una publicación en redes sociales que "todas las autoridades estatales deben actuar de manera decisiva para erradicar el fenómeno".

El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Eyal Zamir, se hizo eco de las condenas de Herzog sobre la violencia en Cisjordania y dijo que el ejército "no tolerará el fenómeno de una minoría de criminales que empañan a un público respetuoso de la ley".

Dijo que el ejército está comprometido a detener los actos violentos cometidos por colonos, que describió como contrarios a los valores israelíes y que "desvían la atención de nuestras fuerzas de cumplir su misión".

En sus comentarios del miércoles, Rubio elogió al presidente de Israel y a los altos funcionarios militares por denunciar los ataques en Beit Lid.

Palestinos y trabajadores de derechos humanos acusan al ejército y la policía israelí de no detener los ataques de los colonos. El gobierno de Israel está dominado por defensores ultraderechistas del movimiento de colonos, incluyendo al ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien formula la política de asentamientos, y al ministro, Itamar Ben-Gvir, encargado de la fuerza policial de la nación.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.