Búsqueda de expolicía prófugo se intensifica en montañas de Arkansas y sus cuevas

Los terrenos rocosos de las Montañas Ozark presentan numerosos escondites, desde cabañas abandonadas hasta campamentos en vastos bosques. Esta escena se torna crítica en la búsqueda del exagente de policía Grant Hardin, apodado "Diablo en los Ozarks". Autoridades locales, estatales y federales han intensificado la búsqueda en el tercer día de operaciones en la región cercana a la prisión donde se encontraba recluido.

Rand Champion, portavoz del Departamento de Penitenciarias de Arkansas, expuso en conferencia de prensa que, ante la falta de evidencia de su salida del área, se presume que Hardin sigue en la zona. Hardin, de 56 años, es recordado por Darla Nix, propietaria de una cafetería en Pea Ridge, como alguien que conoce bien la geografía local y ha mostrado una gran inteligencia.

Champion mencionó que las cuevas se han convertido en un foco crítico para el equipo de búsqueda. La cantidad de refugios disponibles en la región presenta un desafío considerable para las autoridades. El área cerca de la prisión se considera una de las más ricas en cuevas del estado, como destacó el geólogo Matt Covington de la Universidad de Arkansas.

Escapatoria ingeniosa

Hardin, exjefe de policía de Gateway, actualmente purga condenas por homicidio y violación. El domingo escapó de la prisión de Calico Rock tras disfrazarse con un uniforme policial. Un error en la verificación de su identidad permitió su salida, un descuido que está bajo investigación.

A las autoridades les llevó cerca de 30 minutos darse cuenta de su fuga. Los reclusos son clasificados al ingreso en el sistema penal de Arkansas, y si bien Hardin no había cometido infracciones graves durante su detención, su escape ha generado alarma en la comunidad.

Las autoridades han implementado diversas estrategias en la búsqueda, empleando drones y perros rastreadores para patrullar el accidentado terreno del norte de Arkansas. Los alguaciles locales aconsejan a los residentes asegurar sus hogares y reportar cualquier actividad sospechosa, a medida que la búsqueda se torna más desesperada.

Cuevas como refugio

Históricamente, las montañas de Arkansas han albergado a personas en fuga, siendo el caso de Eric Rudolph, uno de los fugitivos más buscados en Estados Unidos. Las cuevas en el el norte de Arkansas, donde se documentan cerca de 2000, presentan entradas pequeñas que pueden ser difíciles de detectar. Un especialista en cuevas, Michael Ray Taylor, destaca que es posible ocultarse en estos sistemas subterráneos, aunque la necesidad de salir por comida aumenta el riesgo de ser descubierto.

El fallido paso de Hardin por la policía ha sido marcado por controversias y un historial de problemas. Trabajó en la policía de Fayetteville y Huntsville antes de unirse a la fuerza de policía de Gateway, donde las tensiones crecieron bajo su mando. En 2017, Hardin fue condenado por el homicidio de James Appleton, un incidente que destapó su tumultuosa carrera en la ley.

Si bien la fuga se da en un contexto de búsqueda intensa, el uso de tecnología moderna, como drones y unidades caninas, contrasta con las estrategias del pasado, donde el know-how del terreno y las conexiones locales eran elementos fundamentales en casos similares.