La vez que Maradona le metió un hat-trick a Austria en una goleada histórica

Diego Armando Maradona había cumplido apenas 19 años, pero ya caminaba el mundo como un jugador llamado a romper todos los moldes. En mayo de 1980, durante una gira de la Selección Argentina campeona del mundo, el equipo de César Luis Menotti aterrizó en Viena para enfrentar a Austria ante 70 mil espectadores. Nadie imaginaba que ese día se escribiría una de las primeras páginas épicas del Diez con la camiseta nacional: su único hat-trick en la Selección Mayor.

Argentina llegaba de una derrota ante Inglaterra en Wembley (3-1) y de un ajustado triunfo sobre Irlanda (1-0). Pero en Viena, aquella tarde, el equipo mostró su mejor versión. A los 12 minutos, Diego frotó la lámpara por primera vez: metió un pase quirúrgico para Santiago Santamaría, que definió para el 1-0. Poco después, Leopoldo Luque amplió con un toque por encima del arquero Friedrich Koncilia. La Albiceleste brillaba, jugaba, dominaba.

El primer grito: un gol desde el suelo

El tercero de Argentina llegó tras una doble pared exquisita entre Maradona y José Daniel Valencia. La pelota circuló con una precisión de cirujano hasta quedar nuevamente en los pies del Diez, quien definió tirado en el césped, casi sin ángulo. Era el 3-0 y el primero de su cuenta personal. Viena ya aplaudía al chico de la zurda mágica.

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Segundo acto: mano a mano y zurdazo letal

En el complemento, Ramón Díaz —recién ingresado— filtró un pase perfecto que dejó a Diego cara a cara con Koncilia. Maradona, con la serenidad de los elegidos, definió de zurda al segundo palo. Su segundo gol del día. Su fútbol, cada vez más incontrolable.

El broche final: Ischia, tres rivales y el gol del hat-trick

A dos minutos del cierre, Carlos Ischia realizó una jugada memorable: se llevó a tres austríacos por el camino, llegó al fondo y envió un centro perfecto. Diego, siempre en el lugar justo, empujó la pelota para sellar el 5-1 definitivo y el único hat-trick de su carrera con la Selección Mayor.

El pitazo final dejó dos certezas: Argentina cerraba su gira con una victoria contundente y Maradona confirmaba que el planeta entero debía prepararse para lo que se venía.

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Los protagonistas de aquella tarde

Argentina: Fillol; Olguín, Van Tuyne, Passarella, Tarantini (Ocaño); Barbas, Gallego, Maradona; Santamaría (Ramón Díaz), Luque y Valencia (Ischia). DT: Menotti.

Austria: Koncilia; Sara (Pospishil), Obermayer, Hattenberger, Hintermaier; Kreuz, Prohaska, Wezl (Weber), Jara; Schachner, Krankl. DT: Stotz.

La memoria de un genio

En 2020, durante la cuarentena, Diego recordó aquella tarde en sus redes. Publicó el video del partido y escribió: “En este minuto de video pude meter la pared inolvidable con José Daniel Valencia, el pase milimétrico del Pelado Ramón Díaz, la volada majestuosa del Pato Fillol y la jugada espectacular de Carlitos Ischia.”

Y agregó con humor: “Me quedaron afuera el golazo de Santamaría y el gol de sombrerito de Luque. Casi nada".

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Cuarenta años después, aquel partido sigue siendo un recordatorio de lo que fue Maradona: un futbolista único, capaz de iluminar cualquier estadio y de transformar una simple gira amistosa en un capítulo imborrable de la historia del fútbol argentino.