Pibe libertario

Resuelto, decidido y desenfadado, Emiliano Bondarchuk se trepó al escenario de la ExpoJoven de La Matanza y lanzó un escueto pero contundente discurso en el que trató de chorros y de vagos a los dirigentes políticos que ocupaban la primera fila y que tuvieron ocasión luego de volver a ver hasta el hartazgo lo que se transformó en el video viral del día. Algunos aplausos, risas y silbidos lo saludaron desde la platea.

El mensaje completo había durado un minuto pero dejó mucha tela para cortar , además de convertir al adolescente en involuntario símbolo de la juventud, objeto de análisis sociológicos y representante típico del sector que irrumpió tras las últimas elecciones y que lucha por encontrar un lugar bajo el sol de la política nacional con despiadadas críticas a los (otros) políticos.

“Un, dos” recitó Emiliano para probar el micrófono y descerrajó a continuación la primera de sus verdades. “Siempre tuve desde chico una visión clara de quién quiero ser, un sueño de quién y qué quiero sea cuando sea grande, y yo la verdad que siempre soñé con ser chorro”.

Tras una breve pausa dramática, finalizó “como la gente de acá, y mucho más por acá , chorro y vago: el sueño de todo el mundo” y mientras todos empezaban a revolverse inquietos en sus asientos , cerró con un correcto “gracias” la palabra que hacía falta para mostrar algo de educación.

Poco después, cuando todos los portales hablaban de la osadía del chico y medio mundo editorializaba sobre su derecho al maltrato -chorros y vagos son calificativos agraviantes-él decidió dar la cara, o mejor, revelar su identidad, a través de su cuenta de Twitter.

“Yo soy el gordo chorro”, se presentó y a continuación justificó su enojo y su decepción. “A nosotros nos prometieron una charla de laburo joven y nos metieron a tres políticos a taladrarnos la cabeza por una hora y media.Encima querían sortear hamburguesas, full miserable”.

Por todas partes florecieron como margaritas expresiones de respaldo a Emiliano.Está muy bien visto atacar a la política y señalar en el peor de los casos su carácter presuntamente corrupto y , en el mejor, su inutilidad para resolver los problemas de la gente.

El chico de la ExpoJoven dice ser hijo de un matrimonio peronista y se siente depositario de una herencia que rechaza y que ha sustituído por puro desencanto.Cuando le preguntaron por sus preferencias dijo claramente que le gustan Espert y Milei.

Al menos su inclinación por dos dirigentes autopercibidos como libertarios implica una adhesión , aunque indirecta y tal vez remota , al sistema vigente y a sus reglas de juego;por caso, participar de las elecciones y someterse , en última instancia, al dictamen popular.Un buen comienzo para indignados que a veces parecen más inclinados a llamar a licitación para designar gerentes, que ir a las urnas para elegir mandatarios.