Sociedad

Los dueños de la Lengua

02/03/2018 | 07:26

Cuando falta apenas un año para que delibere en Córdoba el Congreso de la Lengua, el gobierno de Mariano Rajoy acaba de adoptar una medida que puede enfrentar a Madrid con los países hispanohablantes y con sus academias, además de marcar un retroceso en cuestiones ya resueltas y acordadas como aquella que establecía la misma importancia para todas las naciones que usan el idioma.

Se decidió que "2019 será declarado año del español y la iniciativa quedará englobada dentro de la Marca España". El Real Decreto, que también modifica el que creó el Consejo de Política Exterior, formaliza lo anunciado por el presidente del Gobierno el 24 de enero sobre la aprobación de una estrategia de Estado para la promoción del español como herramienta de oportunidades y lengua del conocimiento de una comunidad de 570 millones de habitantes.

Apenas trascendió esta disposición comenzaron a escucharse en las oficinas de la Real Academia Española las quejas de funcionarios y lingüistas de los países latinoamericanos. El académico argentino José Luis Moure rechazó de plano la medida por inconsulta y unilateral.

"Nadie debe dudar de las buenas intenciones del proyecto-subrayó- pero integrar la lengua común a una Marca España sin haber considerado que 22 naciones, cuyos hablantes constituyen una abrumadora mayoría, son accionistas activos de una sociedad igualitaria, a quienes no se ha dado participación alguna en aquella construcción, parece, por decir lo menos, desacertado e inconveniente”.

El plan pretende "impulsar el valor y el empleo del español y promover su capacidad de generar oportunidades para la comunidad hispanohablante". Para decirlo en términos más claros, España olvida la filosofía de las últimas décadas en la que la lengua era un tesoro común en el que abrevaban habitantes de naciones a ambos lados del Atlántico, para situarse como la propietaria, en un nivel jerárquico de absoluta preeminencia. Algo así como recordar que el idioma es de ellos y que planean emplearlo a su favor.

Sucede que la lengua de Cervantes es hablada por unos 570 millones de personas en el mundo y se espera que dentro de 30 años alcance los 700 millones de hablantes. Además es el tercer idioma en Internet y el segundo en redes sociales. Pocos podrían resistirse a la tentación de apoderarse de una lengua de esa importancia y potencialidad.

Francisco Javier Pérez, el venezolano que preside la Asociación de Academias de la Lengua Española opinó que las autoridades se están equivocando y propuso una rectificación, en el terreno estrictamente lingüístico, "que se hable, más bien, de una Marca Panhispánica, compartida por las 23 naciones o territorios en los que se desarrolla el español".

El académico apuntó que lo de poner el idioma al servicio de la Marca España es desacertado y explicó que los asociados, entre los que se encuentra la Real Academia Española, no pueden ver con buenos ojos esta vuelta al pasado. Reivindicó los aportes del panhispanismo y recordó que desde hace décadas se viene trabajando "sobre la idea de que no puede reconocerse un solo centro de dominio lingüístico desde donde se irradien mandatos y normas que regulen el uso del idioma, sino que debe regirse por un policentrismo".

Por su parte, la colombiana Carmen Millán, directora del Instituto Caro y Cuervo, uno de los más prestigiosos de su país, consideró que "no se trata de marcar rivalidades, sino de sentir pertenencias a una lengua común, de un diálogo que se desarrolla en el interior de una misma lengua, como lo expresó Octavio Paz en su discurso de aceptación del Nobel de Literatura" y, de paso, hizo algunos números para sugerir que España ni siquiera es el país más importante que usa esa lengua y que está tercera después de México (120 millones) y Colombia (48).

La administración de Mariano Rajoy ha ratificado la incorporación del idioma a la Marca España, una política de Estado que tiene como objetivo mejorar la imagen del país en el extranjero y entre los propios españoles. La estrategia panhispánica parece definitivamente superada. De ahora en más en lugar de los académicos de los 23 países habrá un Consejo Asesor exclusivamente español para ocuparse del "diseño, ejecución y seguimiento de las medidas que conformen la estrategia de promoción del valor del español como lengua global".