La guerra de los mundos, por María Rosa Beltramo.

Maravillas de este siglo

La guerra de los mundos

31/12/2022 | 13:04 |  

Redacción Cadena 3

María Rosa Beltramo

Nadie sabe todavía cómo cayó en el entorno de Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler la noticia de la separación de la pareja, pero seguro deben estar de duelo en varias redacciones donde el romance del premio Nobel y la mediática permitía llenar páginas e incrementar la venta de diarios y revistas o los clics de acceso a los portales.

Hay notas como para reescribir Las Mil y Una Noches acerca de que eran almas gemelas, personalidades complementarias y dueños de corazones que latían al unísono. Sin embargo el autor de “Cinco esquinas” hizo las valijas y dejó sola a su media naranja en la mansión que fue escenario de tantas notas y de esas recepciones que reunían a lo más granado de la sociedad madrileña.

Y como no hay declaraciones de los protagonistas y persiste el interés del público por conocer qué es lo que convirtió en ruptura trivial lo que era un amor de novela, salieron en tropel los cronistas que antes retrataban el paraíso a buscar las razones de este resonante fracaso.

A falta de pruebas fehacientes y tal vez porque el desamor no puede ofrecerlas, apelaron a impresiones de los allegados . “Eran incompatibles” proclaman los mismos que hasta ayer nomás decían que estaban hechos el uno para el otro.

Y agregan: “a él le interesa la cultura y a ella el espectáculo”. Y ahora parece que esos mundos son antagónicos e irreconciliables aunque calzaban como un guante cuando él aparecía en la portada de Hola contento como chico con zapatos nuevos y ella aceptaba revelar sus preferencias literarias para una publicación estudiantil.

Pero lo mejor del divorcio no pasa por la enumeración de las incompatibilidades recientes sino por las huellas y evidencias que dejó el peruano sobre su alejamiento, mucho antes de que los medios advirtieran que el romance empezaba a resquebrajarse. 

Si fueran más jóvenes -él anda por los 86 y ella por los 71-seguro que la primera prueba de la separación sería que se dejan de seguir en redes, pero tratándose de esta pareja la experiencia es mucho más atractiva.

La prensa obtuvo declaraciones de amigos de ella y en base a ciertas revelaciones aparecieron las primeras crónicas que señalaban que la que Wikipedia llama “socialité” hispano-filipina se hartó de los celos del autor de “La ciudad y los perros”; sobre todo, aseguraron, porque eran infundados.

Pero mientras Hola batía el parche de los celos, el diario El País mandó a su gente a repasar todo lo que había escrito últimamente Vargas Llosa y uno de los periodistas pudo gritar “Eureka” cuando encontró el texto de Los Vientos.

“Todas las noches, parece mentira, desde que cometí la locura de abandonar a mi mujer, pienso en ella y me asaltan los remordimientos. Creo que solo una cosa hice mal en la vida: abandonar a Carmencita por una mujer que no valía la pena”

Para colmo Carmen es el primer nombre de la prima y ex consorte del peruano, más conocida como Patricia, la mujer que supuestamente se enteró de que su todavía marido salía con la ex de Julio Iglesias, Carlos Falcó marqués de Griñón y Miguel Boyer, por la portada de una revista del espectáculo.

Fue en 2015 y ella se despachó con una declaración que mostraba hasta dónde le había dolido la traición. "Mis hijos y yo estamos sorprendidos y muy apenados por las fotos que han aparecido en una revista del corazón. Hace apenas una semana estuvimos con toda la familia en Nueva York celebrando nuestros 50 años de casados y la entrega del doctorado de la Universidad de Princeton. Les rogamos respetar nuestra privacidad".

Pero eso es historia antigua, hay que volver al cuento ¿autobiográfico? de Mario.

“Ya me olvidé del nombre de aquella mujer por la que abandoné a Carmencita. Nunca la quise. Fue un enamoramiento violento y pasajero, una de esas locuras que revientan una vida. Por hacer lo que hice, mi vida se reventó y ya nunca más fui feliz”.

Y los que hablan de los universos opuestos que impidieron que prosperaran los proyectos en común, encuentran en el relato evidencias concluyentes de que el escritor buscó dejar constancia de que no respeta al entorno de Isabel. Y pensar que en los comienzos de la relación se pavoneaba con su nieta en la primera fila de un recital de Enrique Iglesias, feliz de que la adolescente pudiera disfrutar de las canciones del hijo famoso de su amada.

Claro que, cuando el amor se acaba, es inevitable tener otra mirada sobre las cosas que antes parecían sensacionales “Es imposible gozar de un concierto, o de una ópera y hasta de una comedia ligera, rodeado de gente que no hace más que teclear o acariciar las tabletas que tienen bajo los ojos”, dice Vargas Llosa o mejor se lo hace decir al protagonista de Los Vientos.

Lo cierto es que los amigos del escritor que en su momento parecían alegrarse con la relación, en la actualidad han asumido una actitud decididamente ofensiva. Y para describir al entorno de la Preysler dicen que “al principio, a Mario incluso le divirtió desde un punto de vista antropológico, aunque nunca estuvo cómodo en ese ámbito”.

Si por esas cosas que suelen ocurrir en el plano amoroso, Vargas Llosa e Isabel deciden darse una nueva oportunidad, los allegados a él van a quedar en posición francamente adelantada.

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