Es copia, más o menos fiel

Maravillas de este siglo

Es copia, más o menos fiel

14/09/2018 | 11:37 |

Aunque más de una vez se afirma que el mundo está enfermo de realidad, no hay nada como la ficción para agitar las aguas de la polémica. 

María Rosa Beltramo

A algunos les cuesta el cargo, a otros una suculenta indemnización; a todos les afecta el prestigio. El diccionario de la Real Academia Española define el verbo plagiar como “copiar una idea o una obra literaria, artística o científica de otro autor, presentándola como si fuera propia”.

Por estas horas el que enfrenta la vergüenza de semejante acusación es el séptimo jefe del Gobierno Español desde la restauración democrática de 1977, Pedro Sánchez.

El diario monárquico ABC sospechó que pasaba algo raro con la tesis “Innovaciones de la diplomacia económica española: análisis del sector público (2000-2012)” con la que el dirigente socialista accedió a un doctorado de la universidad privada Camilo José Cela de Madrid , cuando descubrió que sólo podía acceder a su contenido en la biblioteca de la casa de altos estudios pero no fotocopiarla ni reproducirla digitalmente.

Así fue al menos hasta ayer, cuando el periódico completó la investigación y pasó de sugerir irregularidades a titular en la portada “El grupo de amiguetes que dio el Cum Laude a Sánchez” con lo cual extendió las críticas a los que tuvieron la tarea de calificar el trabajo.

Acorralado por las denuncias, el presidente español tomó la resolución de subir a la web las 341 páginas de su tesis, a la espera de que el público y los expertos dictaminen si la redacción le pertenece o la reprodujo y se olvidó de entrecomillarla.

No todos los plagiarios descubiertos han tenido el mismo fin. En un par de meses cumplirá su mandato el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, quien sobrevivió dos años a la denuncia pública de haber copiado la mayor parte del escrito sobre “El Presidencialismo Mexicano y Álvaro Obregón” que le permitió acceder al título de abogado.

La universidad que se vio en la fea encerrona de pronunciarse sobre su alumno más famoso y actual jefe de Estado, eligió una fórmula brillante para confirmar el plagio sin usar esa palabra tan fea.

No sin humor dictaminó que la tesis de Peña Nieto, “presenta ideas propias, ideas ajenas citadas e ideas ajenas no citadas” y ya en tren de brindar precisiones, aclaró que “se encontraron cinco formas de tratamiento de ideas ajenas”.

El ABC consiguió opiniones de docentes para objetar a los examinadores de Pedro Sánchez. “El tribunal que dio la máxima nota a la tesis de Pedro Sánchez, sobresaliente cum laude, en noviembre de 2012 carecía de experiencia académica y del conocimiento de la materia examinada” sostuvo , además de mencionar conceptos que se han anotado como propios y no le pertenecen al supuesto autor.

Seguramente el presidente español espera que otros asuntos hagan olvidar el tema de la tesis, como pasó en México y que el público sea más benigno que en Alemania , donde varios ministros han tenido que dimitir cuando fueron descubiertos.

A uno y otro lado del Atlántico, los que al final aceptan que han copiado, tienen formas más o menos humorística de decirlo. Karl-Theodor zu Guttenberg dejó en Alemania la cartera de Defensa en 2011 y señaló que había reproducido conceptos ajenos “inadvertidamente” y que no había citado a sus verdaderos autores debido a que “les había perdido la pista”.

Un minuto antes de marcharse, afirmó en conferencia de prensa, “debo darles la razón a mis enemigos cuando sostienen que fui nombrado ministro de Defensa, no de autodefensa”.