Community manager, por María Rosa Beltramo.

Maravillas de este siglo

Community manager

07/03/2022 | 08:26 | Por María Rosa Beltramo.

María Rosa Beltramo

En los libros de historia tienen su propia página los caniches de Perón, infaltables en algunas de las fotografías emblemáticas del ex presidente en los 50, en las que sostiene en brazos a Canela y tras el exilio, en los 70, camina junto a Tinola y Puchi. Son unas de las mascotas más famosas del siglo XX, pero hubo que esperar hasta hace menos de una década para que la Casa Rosada viera llegar a un perro callejero que en cuestión de días logró una inusitada popularidad, porque no dependió de notas en los grandes medios; su amo, el presidente Mauricio Macri, le abrió una cuenta en Twitter que en tiempo récord llegó a los 7500 seguidores.

Todos recuerdan a Balcarce. “Es el primer perro de la historia Argentina que llega este lugar” escribió Macri en el epígrafe de una foto que mostraba al callejero cómodamente sentado en el Sillón de Rivadavia. Hay cientos de imágenes del perrito junto a su cuidadora, Agustina, al lado de granaderos en el Patio de las Palmeras, estrenando casa -una réplica en madera de la sede del gobierno nacional- o acompañando a Antonia, la más pequeña de las hijas del ex mandatario.

Nadie podrá quitarle a Balcarce haber sido el primer can parlante gracias a su participación en la red social del pajarito, pero tuvo que llegar Dylan, la mascota de Alberto Fernández, para superar el desempeño de su antecesor. Es que el collie “nacional y popular” según su dueño, se permitió desmentir a los grandes medios al negar que fuera su adiestrador Ariel Zapata, recientemente designado en una subsecretaría del ministerio de Seguridad.

Nunca hasta ahora una administración había dejado una réplica, y su correspondiente aclaración, en manos de un animal. Dylan acepta, en cambio, haber tenido un único contacto con el ahora flamante funcionario, cuando el hombre concurrió a Olivos junto a su veterinario, Romero, para instruirlo en el buen trato a Prócer, su hijo, con el que según se comentó entonces, había tenido problemas de padre primerizo.

Al rechazar de plano esa suerte de nepotismo animal que sugirieron los medios, Dylan sostiene que “nunca fui adiestrado” y que lo que necesitaba saber para tener un comportamiento aceptable estuvo a cargo del presidente. "Alberto me enseñó a sentarme y a quedarme quieto cuando me dice quedate".

El perro que arrancó en 2019 con 21 mil seguidores en Twitter y 46 mil en Instagram, desmiente en definitiva que el nombramiento en Seguridad del entrenador sea consecuencia de su relación con él o con el jefe de Estado. “Le pregunté a Alberto si lo conocía y me dijo que no” asegura el Instagram del collie.

“En conclusión: pobre señor este supuesto adiestrador mío. Me dio un buen consejo gratis y lo escrachan de este modo” finaliza.

No se sabe si el presidente tiene previsto encomendarle a su perro otras desmentidas o si la del fin de semana fue la excepción porque estaba directamente vinculada al perro, pero por las dudas que el mensaje acerca del adiestrador fuera su última vez como community manager, Dylan no se privó de un párrafo cargado de ironía.

“Tienen razón…¡ya no se puede creer nada de lo que publica Clarín¡ -subrayó- Y eso que me empeño a leerlo sin que Alberto lo sepa. No se lo cuenten”.

Como sea, es innegable que las mascotas de los presidentes argentinos son animales vanguardistas y educados. Nada que ver con Champ y Major, los pastores alemanes de Joe Biden, a los  que tuvieron que sacar de la Casa Blanca después de que mordieran a dos integrantes del servicio secreto. Verdaderos impresentables al lado del perrito del PRO, un tuitero ocurrente, y el collie peronista, capaz de poner en su sitio a la prensa opositora.

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Nombramiento

Según el boletín oficial de este jueves, Ariel Alonso Zapato fue nombrado en el cargo de Director de Planificación Operativa y Centro de Monitoreo de la Subsecretaría de Intervención Federal.