Casi felices

De algún lado el país habrá sacado fuerzas para no dejarse ganar por el abatimiento durante el año signado por la pandemia. Así lo demuestra su ubicación en el ranking mundial de la felicidad que encabeza Finlandia y en el que descendió solo dos escalones, en una región entristecida y castigada por el coronavirus y el derrumbe económico.

El listado que habitualmente encabezan los países nórdicos y cierran los africanos -en esta ocasión Zimbabwe- se realiza teniendo en consideración aspectos económicos, educativos y ambientales y se confecciona en base a las respuestas a un extenso temario que contestan habitantes seleccionados que integran las distintas muestras.

Argentina se ubica casi siempre al medio de la mitad superior de la tabla de esa felicidad que le resulta esquiva porque cada vez que llega la encuesta está saliendo de alguna crisis o entrando a una nueva.

En esta oportunidad, sin embargo, parece haber sufrido menos que sus vecinos. En 2020 cayó del 45 al 47 mientras Chile descendió del 34 al 38, Uruguay del 25 al 30 y lo extraordinario es lo ocurrido en Brasil, que rodó cuesta abajo del 29 al 41, un desplome similar al de México que fue del 23 al 46.

Con prescindencia de los datos estadísticos sobre PBI, nivel de empleo y acceso a la salud, se interroga a las personas sobre las veces que han reído en las últimas 24 horas y también si creen haber tenido motivos para preocuparse. Lo cierto es que el año en el que vivimos en peligro y que una enfermedad nueva se llevó algo más de 2 millones de vidas, el nivel de tristeza mundial creció apenas un 10 por ciento.

Si los encuestados no mienten, la población joven mostró más síntomas de desánimo que los adultos mayores y Asia figura en la zona del mundo que, a despecho del coronavirus, incrementó su sensación de bienestar. A diferencia de Latinoamérica, China, Japón y Taiwán se volvieron más felices y Corea del Sur apenas retrocedió.

Los 20 países más felices son Finlandia, Islandia, Dinamarca, Suiza, Países Bajos, Suecia, Alemania, Noruega, Nueva Zelanda, Austria, Israel, Australia, Irlanda, Estados Unidos, Canadá, República Checa, Bélgica, Reino Unido, China y Francia.

En cuanto a las razones de la felicidad finesa, los expertos dicen que en Helsinki, su capital, es típico que los niños vayan a la escuela solos; la seguridad percibida es muy alta y es bastante común salir con esquís desde la casa. Todas las escuelas son de alta calidad y no hay en la ciudad barrios marginales donde los pobladores estén privados de lo indispensable para una existencia confortable.

Por otra parte, la densidad urbana de la capital finlandesa les permite a sus habitantes moverse sin necesidad de utilizar un automóvil y además tienen un fácil acceso a zonas verdes.

En el otro extremo dela tabla , están la república islámica de Afganistán, en el corazón de Asia y Zimbabwe en el sudeste africano. Aquellos todavía tienen tropas norteamericanas en su territorio; éstos tuvieron su último golpe de estado hace apenas 4 años, en 2017.