Editorial
10/11/2025 | 09:20
Redacción Cadena 3 Rosario
Alberto Lotuf
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Comenzó el juicio de los cuadernos, para tomar nota de la corrupción en el país
Hace 15 años, la satírica revista Barcelona preguntaba en su portada por qué criticar la contaminación de la minería a cielo abierto, el pago de la deuda legítima con reservas del Estado, la alianza con intendentes y gobernadores mafiosos y los casos de gatillo fácil es hacerle el juego a la derecha. El humor siempre le molestó a los políticos. Se ríen, pero hasta ahí nomás. Les duele. Y tal vez porque la más delicada ironía se construye sobre una base de realidad.
Por entonces, el no hacerle el juego a la derecha era la excusa preferida para no mencionar los temas incómodos del kirchnerismo. Uno de los puntos más sensibles era el vertiginoso crecimiento económico de algunos personajes muy menores. La metamorfosis de Rudy Ulloa Igor, de chofer azar de los medios de comunicación en Santa Cruz. La expansión económica de Lázaro Báez, de cajero bancario a mega empresario de la construcción. La vida lujosa de Ricardo Jaime, funcionario público durante el kirchnerismo, lleno de relojes de oro, cadenas, yates, propiedades. Bueno, llamativo buen pasar.
Los ex secretarios de tanto de Néstor como de Cristina, durante más de una década, como también ocurrió con otros gobiernos, se fueron sumando al costado de la historia oficial pequeños personajes que encontraron la fórmula secreta para pasar de la estrechez a la holgura en un abrir y cerrar de ojos. Los aplaudidores de entonces decían que todo esto era un invento. Sin embargo, ¿cómo justificar el exponencial crecimiento financiero de hombres que pasaron de ser simples empleados a mega millonarios sin descubrir nada que cambie el rumbo de la humanidad? ¿Descubrieron la penicilina? ¿Inventaron la lamparita eléctrica? No, tampoco. La rueda tampoco.
Entonces, objetar estos hechos o dudar de cierta prosperidad se mezclaba con criticar políticas públicas que eran muy positivas, como la Asignación Universal por Hijo o el Matrimonio Igualitario o la primera Corte Suprema de Justicia de la era K, que implicaba un paso adelante en la calidad de las instituciones. Pero no se podía separar. Un confuso mandato parecía decir que si nos hacía ruido que Lázaro Báez se hizo multimillonario y le adjudicaban el 80% de la obra de Vialidad Nacional, en realidad lo que queríamos era que se termine con la Asignación Universal por Hijo o la inversión por sobre seis puntos del PBI en educación. Todo parecía ser un combo sin distinción.
Y uno veía ahí la intención. Algo así como robar, pero hacer. Y está claro que para que exista corrupción tiene que haber un funcionario que cobre y un empresario que pague. Ambas son las caras de esa moneda que tanto mal le han hecho al país. En el año 2018 arrancó la causa de los cuadernos de las coimas, que ahora llega a juicio. El caso se origina con las anotaciones del chofer Oscar Centeno, quien registraba los traslados de los bolsos con dinero durante los gobiernos kirchneristas. De allí se desprende una red de coimas que involucra a 87 personas, entre ellas 63 empresarios y 19 ex funcionarios, incluida la ex presidenta Cristina Fernández.
Y de probarse es una oportunidad, quizás como tuvo Italia con el Mani pulite en los años 90, para acabar con las prácticas que le hacen daño al país. El recordado fiscal de Milán, Antonio Di Pietro, fue gestor en 1992, hablando del Mani pulite, de una investigación que revolucionó a la península itálica. Di Pietro comenzó a tirar de un cordel. No sabía cómo venía la mano. Él tiraba, tiraba, tiraba de la soga en búsqueda de la corrupción y termina llevándose puesto a todo el sistema político italiano.
Los pecados del pasado, entonces, no pueden hacer olvidar los errores del presente. Los cuadernos de Centeno no ocultan esta economía complicada ni eclipsan la falta de explicación sobre las denuncias sobre Spagnuolo, que ahora dice que era todo por inteligencia artificial. Estuvo escondido, casi fugado. El gobierno tambaleó y un mes y medio, dos meses después, todo era inteligencia artificial. O el caso Libra, que todavía falta detalles y que por eso no lo abordamos para saber si en serio hubo o no corrupción.
Pero lo peor que le puede pasar a un país es convivir con la impunidad, sin importar el apellido de los protagonistas. Y volviendo a lo que decíamos en el comienzo con humor. Lo que causa el humor es eso que le produce tirria a los políticos. Quino, el magistral Quino, pone en boca de Manolito una frase simple y legendaria, que durante años la ciudadanía, el pueblo, quizás sin saber el origen, lo pronunciaba. La frase simple y legendaria dice, \"nadie amasa una fortuna sin hacer harina a los demás\". Nadie amasa una gran fortuna sin hacer harina a los demás, decía Manolito. Decía Quino, en definitiva. Parece que las huellas ahora empiezan a salir a la luz.
¿Qué pregunta la revista Barcelona en su portada hace 15 años? Cuestiona por qué criticar la contaminación de la minería, el pago de la deuda con reservas del Estado y otros temas es hacerle el juego a la derecha.
¿Quiénes son algunos de los personajes mencionados que crecieron económicamente durante el kirchnerismo? Se mencionan a Rudy Ulloa Igor, Lázaro Báez y Ricardo Jaime.
¿Cuándo comenzó la causa de los cuadernos de las coimas? La causa se inició en el año 2018 y ahora llega a juicio.
¿Qué implica la causa de los cuadernos de Centeno? Involucra a 87 personas, entre ellas 63 empresarios y 19 ex funcionarios, incluida Cristina Fernández.
¿Cuál es el mensaje final sobre la impunidad? Se destaca que lo peor que puede pasar a un país es convivir con la impunidad, sin importar el apellido de los protagonistas.
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