Las expectativas de la inflación de julio y su impacto en la economía argentina

Este miércoles se conocerá el número de inflación de julio en Argentina, y las expectativas son variadas.

Si el número de inflación se sitúa entre 1,8 y 2,1%, este dato refleja lo que ocurrió en julio y cómo se promedia agosto. La devaluación en julio se situó en un 15%, y aunque la inflación esperada es algo mayor que en el mes anterior, se interpreta como una devaluación relativamente exitosa.

El análisis sugiere que la inflación es, en gran medida, un efecto monetario. Si no se emite dinero, no hay inflación, a pesar del comportamiento de algunos bienes y servicios. En la Capital, los servicios han tenido un incremento mayor, lo que complica la situación.

Se destaca que, a pesar de la suba del dólar, el tipo de cambio ha mejorado un poco en Argentina, lo que podría generar mayor competitividad en algunos sectores. Sin embargo, persisten problemas estructurales, como la carga impositiva y la economía informal, que afectan el régimen previsional.

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En cuanto a la primera semana de agosto, se proyecta que los números se mantendrán cercanos a los de julio. La política siempre influye, pero es fundamental que la ciudadanía se enfoque en el día a día y busque soluciones.

También se subraya la importancia de los datos sobre inflación de alimentos en Buenos Aires, que contrastan con el aumento en hoteles y restaurantes. Esto genera una economía diferencial, donde no todos los sectores experimentan el mismo crecimiento.

Finalmente, el promedio de crecimiento de la economía argentina se sitúa en un 5,5% anual, aunque esta cifra no refleja la realidad de todos los sectores. La clase media enfrenta un aumento en los gastos de servicios, lo que reduce el salario disponible, mientras que los de bajos recursos se ven más afectados por el costo de los alimentos.

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