Volvé, Marx: te perdonamos

La gente grande de los pueblos, la de la época en que los autos se reparaban con ingenio más que cambiando autopartes, sabía una cosa: no había que pelearse con el mecánico, porque por lo general era el único y tarde o temprano lo ibas a necesitar. En la Argentina pasa lo mismo con los especialistas en el manejo de la deuda externa.

Mientras esperamos los anuncios de Sergio Massa, se van filtrando algunos datos sobre quiénes conformarán su equipo. Uno de los nombres que sobresalen es el de Daniel Marx, que es un tipo muy, muy importante en la historia económica argentina. Desde 1986, cuando Alfonsín lo puso como uno de los directores del Banco Central Marx terminó encargándose de negociar la deuda externa al menos por ciertos períodos, para Alfonsín, Menem y De la Rúa. Hay pocos argentinos calificados para un trabajo tan específico. Y Marx debe ser el mejor.

Ahora va a volver al gobierno. No ocupará un puesto ejecutivo, sino una silla de asesor en un comité que manejará la deuda pública.

No deja de ser una reivindicación. Marx fue objeto de un largo acoso judicial por haber conducido el megacanje de De la Rúa. Estuvo 10 años procesado. Embargado. Lo denunció uno de los abogados de la industria del juicio sindical, el peronista Juan Gabriel Labaké. Cuando Casación lo sobreseyó en 2010 quisieron volver a juzgarlo por el mismo hecho. Y el kirchnerismo se acordó de él cada vez que pudo, con Cristina Fernández a la cabeza. En 2014, por ejemplo, la entonces presidenta se despachó con un texto de 1.800 palabras. Allí decía que el blindaje y el megacanje -operaciones en las que Marx tuvo rol protagónico- habían sido "la estafa financiera más grande en la historia argentina".

Una de las típicas imposturas de la expresidenta. Ayer, en el mismo día en que se conocía que Marx integrará el equipo de Massa, Cristina se sacaba una foto con Massa, en quien ella confía para que le saque las papas del fuego después de haber detonado la gestión de Alberto y su ministro Martín Guzmán. La necesidad no conoce de herejías.

Si Marx hubiera cobrado el 5% de las coimas que le imputaron sus enemigos no tendría ninguna necesidad de volver a poner la cabeza en la boca del león. Aunque Marx nació en Uruguay, la impresión que da es que, a esta altura, lo que lo guía es sólo el ánimo de colaborar. Y es una suerte, porque es uno de los mejores mecánicos de este pueblo que es la Argentina.