Reforma tributaria: manual para diputados y senadores

Con la intención de implementar una reforma tributaria considerada clave para definir el futuro económico de Argentina, el presidente Javier Milei se reúne este jueves con 17 gobernadores. Sin embargo, la complejidad política del país genera dudas sobre el consenso necesario para avanzar.

Los gobernadores no deberían participar en la decisión sobre qué impuestos se cobran a nivel nacional. El problema es que en esta Argentina, donde no hay partidos constituidos formalmente, han cambiado y no estamos organizados políticamente.

La presión tributaria en Argentina se establece en 28 puntos del PBI, pero, tomando en cuenta la población que efectivamente paga impuestos, esta cifra asciende al 45% del PBI.

Tenemos regiones que son aportantes netos de impuestos, cuyas sociedades contribuyen más a la recaudación, mientras que otras provincias gastan sin contribuir equitativamente.

La reforma se enfrenta a resistencias, ya que muchos de estos gobernadores dependen de los ingresos fiscales. Este grupo es de los gastadores, no de los que pagan impuestos. La necesidad de una reingeniería del estado se vuelve apremiante para optimizar los recursos asignados.

Se plantea un dilema crucial para los legisladores: ¿Van a representar a los pagadores de impuestos o a los que los evaden y viven de los impuestos?