Passerini: un error original que cuesta caro

La reciente situación en la Municipalidad de Córdoba refleja una crisis profunda que no solo afecta a la administración, sino también a los ciudadanos. Daniel Passerini mostró sus cartas tras pedir la renuncia a su plana mayor, lo que indica un intento de reestructuración ante la presión por resultados.

Los cambios propuestos incluyen la reducción de secretarías de 14 a 10, y una disminución significativa en la planta política, con 100 funcionarios menos. Esta reestructuración, sin embargo, deja muchas preguntas sin respuesta sobre la efectividad de las nuevas secretarías y su capacidad para abordar problemas cruciales como la inseguridad.

El congelamiento de sueldos políticos por 120 días y la reducción de un 30% en la cantidad de monotributistas y becarios en puestos administrativos son medidas que buscan enfrentar un déficit alarmante. Se estima que más de mil monotributistas podrían ser afectados, lo que genera preocupación sobre la operatividad de la Municipalidad.

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El contexto de crisis económica no es nuevo, pero se agrava por decisiones políticas que parecen no haber considerado el cambio social en la población. La Municipalidad enfrenta un déficit de 37.500 millones de pesos, lo que equivale a 34 millones de dólares, y un hueco anual proyectado de 300 mil millones de pesos.

La administración actual, liderada por Martín Llaryora y Daniel Passerini, parece haber cometido un error estratégico al no anticipar la respuesta de la ciudadanía ante la carga impositiva y el manejo de recursos. La falta de acción efectiva llevó a una situación insostenible que exige respuestas rápidas y efectivas.

El futuro de la gestión municipal es incierto, y las negociaciones con el SUOEM se perfilan como un campo de batalla que podría complicar aún más la situación. Los vecinos de Córdoba deben prepararse para un escenario conflictivo que podría intensificarse en las próximas semanas.

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