Golpe de Massa al Impuesto a las Ganancias

¿Viste cuando una banda de ladrones asalta y no les sale todo bien? ¿Viste que se retiran marcha atrás, medio desordenados, llevándose lo que pueden mientras van disparando para cubrirse?

Bueno, esa es la imagen que está dejando el cuarto gobierno kirchnerista. El ministro de Economía, Sergio Massa, avaló un dictamen que les permitirá a los empleados bancarios no pagar o pagar mucho menos por el Impuesto a las Ganancias, aunque excedan por muchísimo dinero el piso salarial a partir del cual se empieza a pagar el impuesto. Es porque 6 adicionales no se contarán como parte del sueldo. Además, no se considerará parte del salario lo que los bancos acordaron pagarles a sus empleados como compensación por lo que tengan que pagar de Ganancias. Todo esto viola la ley del Impuesto a las Ganancias, que exige tomar como base imponible cualquier tipo de ingreso, incluso el pago en especies para evitar evasiones como las que se hicieron hasta los 90 pagando partes cada vez mayores de los sueldos en tickets de comida. Ya hay provincias, como La Pampa, que hace años violan ley con decisiones unilaterales de no pagar sobre los adicionales salariales.

El privilegio inadmisible, arbitrario y discrecional implica que Massa les regala recursos públicos, que no le pertenecen a él, a los empleados. Es como si Massa entrara por homebanking a la caja de ahorro del Estado y le transfiera dinero a su hijo. No hay mucha diferencia.

Hay muchos agravantes a esta violación grotesca de las leyes. Primero, ¿por qué se concede este privilegio a los bancarios y no a los demás empleados y ciudadanos que pagan Ganancias? ¿Cuándo se liquidó la idea de que todos somos iguales ante la ley, de que las leyes generales? Ahora hay leyes distintas según la cara del cliente.

Otro agravante es: si el gobierno K considera que el Impuesto a las Ganancias es injusto, ¿por qué no tomó esta decisión al principio de su gobierno? La razón es muy simple. Con esta medida no sólo se busca privilegiar al jefe de los bancarios, Sergio Palazzo, sino que se abre la puerta a un sinnúmero de exigencias iguales que harán los demás sindicatos. Y eso terminará por desfinanciar al próximo gobierno, que tendrá que reimponer el impuesto o perder ingresos multimillonarios.

Por eso todo se parece a una banda de ladrones de banco que huye en medio de una balacera. Se están llevando lo que pueden del botín público. Y disparan a mansalva tratando de dejar lo más herido posible al gobierno que los suceda.

Hay una diferencia con los choros. Los ladrones de bancos no se la pasan hablando de equidad y solidaridad. En cambio, Massa, Alberto y Cristina no se les cae la palabra solidaridad de la boca, pero al final prefieren bajarles el impuesto más equitativo, Ganancias, a los que más ganan, y seguir cobrándoles cada vez más impuesto inflacionario a los más pobres.