De califas a colifas

La quinta pata del gato

De califas a colifas

20/01/2023 | 11:37 |  

Redacción Cadena 3

Adrián Simioni

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De califas a colifas

El vicegobernador de Neuquén se llama Marcos Koopman, pero podría bien llamarse Benito Mussolini, el fundador del fascismo corporativista. 

Este buen señor acaba de anunciar, hace un ratito, que impulsará una ley para exigir que el 70% de todos los empleados que trabajen en la industria y servicios petroleros de Vaca Muerta sean "de origen neuquino". O sea, ni siquiera "inmigrantes" de otras provincias. 

El resto de los argentinos quedará discriminado, aunque estén mejor formados, tengan más talento o estén dispuesto a esforzarse más que los neuquinos.

A Koopman le parece genial porque, además, su idea va con otra genialidad: una ley de Compre Neuquén para obligar a las petroleras a comprar insumos y servicios a 1.200 empresas neuquinas, discriminando al resto de las empresas argentinas, aunque sean más eficientes.

Evidentemente Koopman -como muchos políticos argentos- ignora el artículo 16 de la Constitución que dice: "La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad."

En la Patagonia, los gobernadores de los emiratos petroleros se han transformado en califas, emires, sultanes que controlan todo. Bien fascistas. 

La semana pasada, por ejemplo, el eterno jerarca de los petroleros de Chubut, Jorge "Loma" Ávila informó -como si se tratara de algo normal, y a nadie le sorprendió y nadie le respondió- que impedirá el traslado de petroleras de la cuenca de Chubut a Neuquén. De hecho, ya empezó: hace unos días impidió que la firma San Antonio llevara equipos del Golfo de San Jorge a Vaca Muerta. Delitos cometidos a la luz del día. Nadie los impide. Ávila, de un sindicato violento que se hartó de espantar empresas, redobla su apuesta.

Volvamos a Neuquén y a las ideas fascistas, chauvinistas y xenófobas del vicegobernador Koopman. Ponele que hagan esto que dicen. Pues entonces el resto de los argentinos deberíamos quitarle a Neuquén los privilegios que tiene en la coparticipación. 

Y exigir a los neuquinos que paguen los mismos impuestos que el resto del país. 

Y exigirle a la Provincia que devuelva el "barril criollo" carísimo que pagamos durante años en lugar de importarlo más barato. 

Y reclamarle que las regalías petroleras que se queda la Provincia se nacionalicen, como las retenciones a la soja. 

Y, si no, que use esas regalías, que viene cobrando desde hace tres décadas, para financiar obras como el gasoducto Néstor Kirchner. Porque es una vergüenza: Neuquén se queda con las regalías con el argumento de que el petróleo le pertenece, pero cuando hay que hacer gasoductos, trenes o puertos para sacar el gas a la plata la tenemos que poner el resto de los argentinos a los que, encima, ahora quieren discriminar en Neuquén. Porque señores como Koopman se gastan las regalías en "ñoquis".

Si no, Argentina seguirá su camino directo a la extravagancia y la locura total. De hecho, el califato de Neuquén se está transformando en un colifato. Los califas que gobiernan se han transformado en colifas. Y ni siquiera se dan cuenta.

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