Los míticos pateadores argentinos de tiros libres, encabezados por Maradona y Messi

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Tiros libres: el arte de clavarla al ángulo

13/10/2019 | 15:18 | Maradona es el mayor anotador de este tipo de disparos en la historia del fútbol argentino según los registros, con 59 goles. Messi alcanzó los 49. Recordá a otros grandes pateadores.

Mauricio Coccolo

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Los míticos pateadores argentinos de tiros libres, encabezados por Maradona y Messi

El fútbol es un deporte ritual lleno de rituales. Entre muchos, uno de los que más expectativa produce son los tiros libres. Cada vez que se cobra una falta cerca del área empiezan a moverse los sentimientos. Los hinchas del equipo que va a patear hacen fuerza para que la pelota pase la barrera y se clave en un ángulo. Del otro lado, los que defienden no quieren ni mirar y esperan que el arquero esté lo suficientemente atento.

Los jugadores se alborotan alrededor de la pelota. Particularmente en Argentina, las protestas demoran y enturbian la previa del remate. Todos tratan de sacar una tajadita de ventaja. El árbitro busca reestablecer el orden amagando con las tarjetas. Mientras tanto, los que esperan para patear analizan las diferentes opciones y las discuten como se hace ahora: tapándose la boca con la mano para que no les lean los labios. Como si en esa charla estuvieran revelando la fórmula de la vida eterna. 

Para los árbitros es un trabajo insalubre acomodar la barrera a la distancia de 9,15 metros que establece el reglamento. Se supone que la modernidad les dio una mano con el aerosol que debería ayudar a mantener a los jugadores a raya. Pero ya se sabe que hecha la ley, hecha la trampa: y ahí andan los que la van de pícaros tratando de borrar la espuma para adelantarse unos insignificantes centímetros. Encima ahora los jueces también tienen que lidiar con los compañeros del que va a patear, que se ponen adelante de la verdadera barrera para tratar de dificultar la visión del arquero.

Dicen que el que acomoda patea. Y casi siempre es así. En otras ocasiones los jugadores buscan distraer, se hacen señas con el mentón, cruzan las miradas, alguien marca una jugada preparada en la semana, otro señala con el índice el lugar a donde debería caer la pelota. En fin, cuando todos los planetas se alinean, el árbitro hace sonar el silbato y se terminan las especulaciones.

Suele pasar que tanto preámbulo termina con un tirito que muere contra la barrera o un fierrazo que se pierde en la inmensidad de la tribuna. Pero también suele pasar que se produce un instante de silencio después del zapatazo, mientras los relatores estiran la o esperando el desenlace, y en esa milésima de segundo lo único que se escucha es el ruido de la red sacudida por la pelota. Ese chas mágico es la chispa que enciende la explosión posterior.

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Durante más de 120 años registrados de historia del fútbol argentino, ningún otro jugador hizo tantos goles de tiro libre como Diego Armando Maradona: las estadísticas le adjudican 59 conquistas por esa vía. El número, impresionante, parecía inalcanzable hasta que apareció un tal Lionel Andrés Messi. El rosarino, que -entre otras cosas- se especializa en destrozar récords ya llegó a 49 goles de tiro libre y sigue contando…

Todo en la carrera de Messi asombra, pero particularmente el asunto de los tiros libres tiene una arista increíble porque se podría decir que empezó tarde a patear. Por supuesto que el análisis debe incluir a sus compañeros ya que en sus primeros años como futbolista profesional en el Barcelona los dueños de la pelota eran Ronaldinho y Xavi. Ahora, cuando la agarró Leo no la soltó más.

Se tejieron muchas teorías sobre los motivos por los cuales Messi mejoró en los tiros libres. El mito más difundido dice que fue el propio Maradona quién le enseñó algunos aspectos claves durante el Mundial de Sudáfrica, pero Lionel -curiosamente- asegura que no recuerda que aquello efectivamente haya ocurrido y señala al Coco Basile como uno de los primeros que le ayudó a cambiar el chip para patear mejor.

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Se sabe que en el fútbol no hay recetas, aunque todo el mundo vive buscándolas. Uno de los grandes pateadores de tiros libres del fútbol de Córdoba, que alcanzó renombre nacional, fue Roberto Gasparini. Precisamente, el Pato no cree en las fórmulas mágicas y piensa que el único secreto está en lo que se trae desde la cuna.

En una línea de pensamiento distinta, Rubén Capria, otro eximio ejecutante de faltas, opina que la técnica se puede corregir y habla de algunas ideas muy interesantes como lograr que “la pelota haga caso”.

Pasa con todo lo que rodea a Maradona: nunca se sabe dónde termina el mito y dónde empieza la realidad. Diego juega como nadie ese juego y en Gimnasia lo aprovechó para potenciar una de las virtudes más fuertes que tiene el equipo: la pelota parada. Con su olfato tan característico, Maradona señaló al paraguayo Víctor Ayala y le sacó lustre a su histórica pegada. Por supuesto que Ayala no aprendió a ejecutar tiros libres por los consejos de su actual entrenador, pero evidentemente le tocó la fibra de la confianza y lo hizo reconciliarse con sus mejores remates.

Por cada hincha que se ponga a hacer memoria, aparecerá un pateador de tiros libres preferido. Hay nombres de todas las épocas, características y países. Alguien dirá Passarella, otro retrucará con Riquelme, los memoriosos hablarán de Willington o Manuel Pelegrina. Los que gustan del fútbol europeo dirán Beckham o Pirlo. Los que miran a Brasil mencionaran a Roberto Carlos o Juninho Pernambucano. No puede faltar el nombre de Chilavert. Y ahí nomás sale el de Rogerio Ceni. También hay casos míticos como el de Víctor Legrotaglie en Mendoza. Y así podríamos pasarnos el día sin terminar de hacer justicia con todos.

Entre tantos grandes pateadores de la historia, uno que se ganó su lugarcito es Luis Ernesto Sosa, especialmente recordado por los hinchas de Belgrano. El Chiche, una voz autorizada en el tema, es de los que piensan que se pueden perfeccionar las condiciones innatas y apunta a cuestiones como la postura del cuerpo, cómo acomodar el pie y aprender a mirar al arquero.

Que Lionel Messi se convierta en el jugador argentino con más goles de tiro libre en toda la historia parece solo una cuestión de tiempo. El próximo será el número 50 y por lo tanto se hablará mucho del tema. Como se habló cuando la colgó contra el Liverpool con el Barcelona o como cuando sacudió las telas de araña del arco en Estados Unidos con la camiseta de Argentina.

Nombre más, nombre menos, los grandes pateadores de tiros libres de todos los tiempos tienen un nuevo aspirante a rey. Luego quedará para la eternidad la discusión sobre quién fue el mejor de los mejores en el arte de clavarla al ángulo.

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Imágenes de TyC Sports.