Talleres consiguió lo inédito y River no logró lo habitual

Lo que antes eran los caprichos del fixture, desde hace algunos años son las locuras del fixture. La desorganización de los campeonatos en el fútbol argentino provocó, por ejemplo, que Talleres lleve cuatro partidos seguidos jugando de local contra River. Desde que el Matador volvió a Primera, hace ya más de tres años, nunca fue al Monumental. Hasta este domingo.

Hay que viajar hacia atrás 16 años para encontrar la última visita de Talleres a la cancha de River. Fue un 7 de diciembre de 2003. El equipo que dirigía el Pato Pastoriza enfrentó al del ingeniero Pellegrini por la penúltima fecha del Apertura. La "T" empezó ganando con un gol de Aldo Osorio, pero un minuto más tarde se fue expulsado Maidana y en el segundo tiempo el local empataría a través del Coco Ameli. Antes, el árbitro Claudio Martin le había anulado mal un gol legítimo de Avendaño al conjunto cordobés.

Aquella igualdad del 2003 completó la mejor mini racha de Talleres sin perder contra River en el Monumental: precisamente fueron tres empates consecutivos. A ese 1 a 1 del Apertura hay que sumarle dos igualdades en contextos diferentes: una por la Libertadores 2002 y otra por el Apertura del mismo año.

El empate sin goles por la Copa Libertadores del 2002 fue uno de los mejores resultados que consiguió la T en el Monumental, una cancha en la que históricamente le costó ganar. Cuatro días antes habían jugado por el campeonato y el River de Ramón le había ganado a Talleres por 3 a 1, por eso traerse un punto de Buenos Aires fue casi una victoria para el conjunto que dirigía Ballarino. Cuenca y Perico Ojeda fueron los más destacados de un equipo que entre otros tuvo a Maidana, Sotomayor, Lillo, Ávalos y Federico Astudillo.

Para la siguiente visita de Talleres al Vespucio Liberty la cosa había cambiado considerablemente. Trossero había dejado de ser el técnico y Sergio Coleonijunto a Marcelo Arce se hicieron cargo de forma interina del equipo. El empate 1 a 1, con goles de Quinteros para la T y Cavenaghi para la banda, fue una mínima reacción para un Talleres que al final de esa temporada tendría que revalidar la categoría contra San Martín de Mendoza.

De los estadios de los cinco grandes, el Monumental es en el que más tiempo hacía que Talleres no podía ganar: sólo lo había conseguido dos veces y la última fue hace 29 años, el 4 de marzo de 1990, en un partido en que River comenzó ganando con un gol de Gordillo y la "T" lo dio vuelta gracias a dos goles de Mario Eduardo Bevilacqua. Como una foto del momento, después de la victoria, el técnico, Eduardo Luján Manera, renunció por falta de pago.

Antes de repetirlo en el 90, Talleres había ganado por primera vez en el Monumental el 16 de mayo de 1989 por 1 a 0 con el solitario grito del sanjuanino Amadeo Gasparini. Aquel equipo que dirigía Saporiti y tenía, entre otros, a Váttimos, Montenegro, "El Nene" Commisso, Chazarreta, Cañete, López Báez y Pochettino terminaría sexto en la temporada 88/89.

De los 26 enfrentamientos entre Talleres y River en el Monumental, la "T" había ganado únicamente dos, hubo 6 empates y 18 triunfos del "Millonario", entre los cuales se destaca un 5 a 1 en 1991 con tres goles de Ramón Díaz, que dejaron al equipo que dirigía Daniel Passarella a las puertas del campeonato.

Más allá de la clara desventaja para Talleres en el historial visitando a River, la expectativa para este domingo estaba puesta en lo que consiguió contra los grandes desde que volvió a Primera. El primer golpe lo dio ganándole a Boca en La Bombonera, en el 2017, después de 31 años y con el agregado de haberlo hecho gracias a goles de pibes de las inferiores: Pipe Ramis y Bebelo Reynoso. Y la alegría más reciente fue ganar por primera vez en la historia como visitante contra San Lorenzo: el 4 de noviembre de 2018, con una joyita de gol de Gonzalo Maroni.

Para todos los equipos de Córdoba siempre fue difícil ganarle a River en el Monumental. Instituto es el único que lo hizo tres veces en el campo, Belgrano ganó en dos ocasiones y le dieron por ganada una tercera que fue empate (pero valió más que un triunfo), mientras que Racing y Talleres sólo pudieron imponerse en un par de ocasiones.

El Talleres de Medina rompió la racha histórica y consiguió un empujón para que el ciclo deje de carretear y comience a despegar. En el otro rincón, lo sufrió el River de Gallardo, que pasa por uno de los mejores momentos futbolísticos de los últimos tiempos, pero quizás pierda un cachito de jerarquía en la rotación de jugadores y un poco de atención distraído con la Copa.

Los roles en la película estaban muy claros: Talleres iba de punto a la casa del River campeón de América, pero hizo saltar la banca. Es cierto que pasa pocas veces, muy pocas. Pero pasa. Cada tanto pasa. Y nunca se sabe cuándo será la próxima vez.