Silvio Romero: "Soy un privilegiado de la vida"

Silvio Romero dijo que es un privilegiado de la vida por haber sido el autor del gol que significó el título de Independiente en la Copa Suruga Bank, que se disputó en suelo japonés.

"Es algo fuerte, que uno por ahí no toma dimensión de lo que realmente significa. Independiente es un club grandísimo, siempre está necesitado de títulos internacionales, y me tocó hacer el gol, nada más y nada menos que en Japón. Soy un privilegiado de la vida", expresó el delantero cordobés en diálogo con Cadena 3.

"A veces lo tomo con naturalidad y no me doy cuenta de lo que uno va logrando. Con el tiempo uno va tomando dimensión", comentó "El Chino", quien además definió a la celebración de un gol como "el momento más lindo del fútbol".

Consultado por si soñaba con hacer la carrera que hizo en el fútbol, indicó: "Uno de chico siempre lo sueña, después a veces se cumple, o no. Hoy con más madurez, me cuesta creer la carrera que hice. No hace mucho estaba jugando en el estadio Azteca, me tocó hacer goles donde 'El Diego' hizo lo que hizo".

"La Gloria", siempre presente

Luego de meter el memorable gol ante el Cerezo Osaka, justo el mismo día del centenario de Instituto, "El Chino" sacó un cartel de sus medias con el que le mandó un mensaje a todo el pueblo albirrojo: "100 años de Gloria!!".

"Escuchar los goles que hice en Instituto siempre me da mucha nostalgia", admitió, al mismo tiempo que elogió al relator deportivo Carlos "El Bocha" Houriet: "Sabés la admiración que tengo".

La curiosa anécdota sobre sus inicios

El atacante de Independiente sorprendió al contar que llegó a las inferiores de Instituto por equivocación, ya que ese día había ido a probar suerte en Belgrano.

"Íbamos a una prueba para Belgrano, tenía 6 o 7 años. Estaba vendado y con los botines puestos, y me faltaba el short y la remera. Cuando empezaron a repartir era roja y blanca y ya estaba ahí", recordó "El Chino", que en ese partido metió dos goles y llamó la atención del entrenador.

"Ganamos 3 a 2, después saliendo el entrenador Carlos Moyano me dijo que tenía las puertas abiertas y que entendía la situación. Yo me sentí bien y cómodo. Ahí arrancó mi historia con la roja y blanca", reveló.

"Lo llevaron a probar a Belgrano y se equivocaron de vestuario. Iban perdiendo 2-0 en el primer tiempo y Silvio entró e hizo dos goles. Le dijeron 'si vos querés ir a Belgrano, andá', y el dijo 'no, me quedo en Instituto'", agregó su madre.

Sus pilares irremplazables

Al escuchar la voz de sus padres, Romero destacó que significan "pilares de la vida, tanto para la carrera como para vivir". "Mis viejos me apoyaron mil por mil, era un apoyo incondicional y gracias a Dios tuve la fortuna de llegar a poder vivir de esto y ayudarlos para que ellos vivan un poco mejor", celebró.

"Tuve la fortuna de conocer a mi mujer hace ocho años y también fue de esas minas que te encarrilan. Hoy disfrutamos de esa tranquilidad familiar, que hacen que las cosas buenas se disfruten más, y en las mañanas tenés un hombro en el que apoyarte", resaltó.

Entrevista de La Previa.