Santos "Falucho" Laciar: "Pequeño gigante del ring"

Grandes del deporte

Santos "Falucho" Laciar: "Pequeño gigante del ring"

31/01/2021 | 13:21 | "Falucho fue el campeón al que la fama no logró marear. Reivindicó al boxeo. Es tan campeón debajo del ring, como lo fue sobre el cuadrilátero". Nuestro homenaje.

Jorge Parodi

Audios

Santos "Falucho" Laciar: "Pequeño gigante del ring"

Es increíble como algunas personas pueden ser tan pequeñas y tan grandes al mismo tiempo y en un mismo envase.

Es difícil entender como en un cuerpo de 1,55 de estatura puede habitar un corazón tan enorme.

Santos Benigno Falucho Laciar fue un pequeño gigante del ring.

Faluchito es una persona querida y respetada por todos. Padre de tres hijas ejemplares, quienes  le dieron los nietos que está empezando a disfrutar.

Comparte su vida con su mujer de siempre, la que lo acompañó en las buenas y en las malas, Con la que construyó una familia entrañable.

Transita Carlos Paz, su lugar en el mundo, bajo un manto de cariño y admiración.

Falucho fue el campeón al que la fama no logró marear.

Si uno no conociera su historia, dialogando  con él, con la serenidad y la paz que transmite, es poco imaginable que haya volteado sobre un ring a tantos “muñecos”

Falucho fue el heredero legítimo de Pascual Perez y de Horacio Acavallo en las categorías de los de menor kilaje, pero que han tenido un enorme peso en la historia del boxeo argentino.

Laciar apareció en un momento en el que no surgían grandes campeones como en los años '70, caso Loche, Monzón o Galíndez.

Diego Maradona no lograba convencer en Barcelona, Carlos Reutemann abandonaba definitivamente la pelea por el esquivo título de Fórmula 1 y Guillermo Vilas empezaba a sentir el paso de los años y ganaba cada vez menos torneos.

Falucho obtuvo en tres años consecutivos, 1982, 1983 y 1984 el Olimpia de Oro, distinción otorgada por el Círculo de Periodistas Deportivos, siendo el primer deportista en ganarlo tres veces de manera seguida.

Fue tres veces campeón del mundo en dos categorías diferentes, Mosca y Supermosca, siendo el primer argentino en hacerlo.

Su debut profesional  fue en 1976. Con poco más de 30 peleas, en 1980 ganó el título argentino vacante del peso mosca a Miguel Lazarte, en Villa Carlos Paz. En noviembre de ese año consiguió el cinturón sudamericano, ante el chileno Jaime Miranda.

Laciar consiguió su primer título mundial  en 1981, con sólo 22 años, cuando sorprendió en Sudáfrica al local Peter Mathebula.

Fue Soweto, Sudáfrica, en la cuna de la resistencia contra el Apartheid.

La masacre de casi 600 estudiantes secundarios, ocurrida cuatro años atrás, enardeció a la comunidad negra sudafricana, dispuesta a terminar con décadas de segregación.

Esa tarde del 28 de marzo de 1981, Peter Mathebula, su hijo dilecto, defendía su título ante un joven argentino desconocido.

En esa caldera, con el sol aún sobre el ring, Santos Benigno Laciar derrumbó en siete rounds al primer campeón negro en la historia del pugilismo sudafricano, para apoderarse del título mosca de la Asociación Mundial de Boxeo y consagrarse como el monarca argentino más joven de la historia.

Tres meses después perdió la corona ante el panameño Luis Ibarra en el Luna Park  en un fallo controvertido.

"Falucho" despejó los interrogantes, con la victoria como visitante ante el mexicano Juanito Herrera por nocaut técnico  en el decimotercer round.

Fue el día del hundimiento del General Belgrano en la guerra de las Malvinas. En  la noche del 1 de mayo de 1982, Falucho logró uno de los triunfos cruciales de su carrera, recuperando el título.

Cuando el combate se definió a su favor, un Laciar lloroso levantado en andas se envolvió en la Bandera argentina en un símbolo de reconocimiento y dolor por lo que sucedía en el archipiélago sur.

Para Laciar su pelea de recuperación del título de la AMB en Mérida, México, fue “una cuestión de Patria. "Este triunfo es para nuestros bravos soldados que luchan y lucharán por la soberanía total de nuestras islas Malvinas", dijo el cordobés.

Cuenta Bartolomé Mitre en su obra "Historia de San Martín y de la emancipación sudamericana”, que cuando la fortaleza argentina en El Callao, Perú, se sublevó y el fuerte quedó en manos enemigas, un soldado de esa guarnición se negó a enarbolar la bandera española. Se llamaba Antonio Ruiz, alias el "Negro Falucho", quien fue fusilado en 1824 por los españoles al negarse a rendir honores a la bandera enemiga

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Volviendo al boxeo, luego  vinieron diez defensas exitosas de la corona Mosca durante cinco años.

Betulio González en Maracaibo, Steve Muchoki en Copenhague, Suichi Hozumi en Shizuoka, Japón, también ganó en Corea, en Francia, en el Luna Park y dos veces defendió la corona en Córdoba. Era un campeón sólido y confiable.

Tras vencer al francés Antoine Montero en Grenoble el 6 de mayo de 1985 renunció a la corona mosca; seguramente porque no podía dar el con normalidad y debía someterse a un gran esfuerzo para lograrlo.

En 1987 decidió dar el salto a Supermosca, y enfrentó por el título CMB al mexicano Román, con quien había empatado como local en una categoría inferior.

En esa pelea, con el favoritismo en contra, "Falucho" mostró toda su capacidad para consagrarse campeón nuevamente y volver a entrar en la historia al ser el primer boxeador argentino en lograrlo por tercera vez y en dos categorías diferentes.

Tres meses después, el colombiano Sugar "Baby" Rojas le quitó la corona. Pero "Falucho" ya había quedado en la historia grande del boxeo y el deporte argentino.

En total realizó 17 combates por títulos mundiales, con 14 victorias y 3 derrotas. Se retiró en 1990.

En ese año recibió el Premio Konex de Platino como el mejor boxeador de la década en Argentina.

Falucho reivindicó al boxeo. Es tan campeón debajo del ring, como lo fue sobre el cuadrilátero.

Es un hombre bueno, simple, humilde, laburador.

En su casa de Carlos Paz tiene un pequeño museo con fotografías y recuerdos de su época de gloria. Allí habita la nostalgia: Es un espacio pequeño, cálido, conmovedor. Lleno de fotos, guantes, imágenes y  recuerdos. Es  una invitación a la memoria y a la emoción.

Desde los sentimientos, desde las sensaciones, ese espacio pequeño, por momentos,  parece ser enorme.

Tan enorme, como el corazón de este pequeño gigante del ring.

Te puede Interesar