Rossi: “Para ser competitivos hay que tener metas concretas”

Frente al gran desempeño del equipo argentino de natación en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, su entrenador Federico Rossi, destacó en Cadena 3 el trabajo del cuerpo técnico y valoró el asesoramiento del australiano Bill Sweetenham.

Con los últimos triunfos de Delfina Pignatiello, que consiguió el oro en los 800 metros libres y la medalla de plata de Virgina Bardach en los 400 metros combinados, el equipo de natación sumó en total siete medallas y este sábado a la noche va por dos más.

“El grupo de las chicas más grandes, como Julia Sebastián, Andrea Berrino y  Virginia Bardach es un proceso que empezó hace ocho años, en el 2013. Comenzó en los Sudamericanos Juvenil de 2011 y el desembarco de Bill Sweetenhan, el australiano se da en el 2012”, destacó.

En este marco aseguró que “(Sweetenham) modernizó mucho nuestros programas de entrenamientos y le hizo creer a nuestros nadadores que eran competitivos a nivel internacional”.

“Delfina (Pignatiello) se incorporó por otro camino. Estaba en otro programa de los Youth 2018 y cuando terminaron los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires se incorporó a los mayores y ahora está teniendo los resultados que está teniendo”, destacó.

“Si bien son dos programas diferentes, son monitoreados por Bill Sweetenham. Él es el que está en permanente contacto con nosotros y es una ayuda muy importante”, remarcó.

En este marco, Rossi brindó detalles sobre esta temporada en Lima y aunque se quejó de la distancia entre la villa panamericana y la piscina –donde pierden en traslado entre 40 y 45 minutos- reconoció que “los departamentos de los edificios son muy cómodos y la comida es muy buena”. “Son tres aspectos que influyen, pero lo otro corre por cuenta de los atletas”, resumió.

“Acá los resultados se miden por medallas, esto no es deporte recreativo, no venimos a hacer deporte social. El esfuerzo y valoración que uno pone es importante pero si queremos ser competitivos tenemos que ponernos metas concretas en lo deportivo. En un juego panamericano u olímpico, lo que importan son resultados y esa es la verdad”, concluyó.

“Este panamericano es bueno porque sacamos siete medallas y esta noche podríamos sacar dos más y ser histórico. El objetivo en este nivel tiene que estar puesto en eso, es lo que queremos ver en nuestros deportistas y es el gran cambio de mentalidad que ellos han hecho”, cerró.

La joya del deporte nacional

Sobre Delfina Pignatiello, que hasta este sábado a la mañana ya había alcanzado dos medallas doradas, el entrenador del equipo de natación dijo que “es sorprendente el tiempo que hace en los entrenamientos”.

“Tiene varias cosas: tiene mucha flotabilidad, tiene un trabajo inferior muy bueno, el movimiento de patada es propulsivo, de sostén en el cuerpo y avanza mucho con su patada y una capacidad aeróbica genética muy importante y desarrollada en años de entrenamiento con su entrenador”, resaltó.

“Es una conjunción de cosas: un entrenamiento sólido y unas condiciones genéticas que le permiten entrenar. Es sorprendente hasta para nosotros el tiempo que hace de entrenamientos. Entrena con el equipo de varones y de manera muy fuerte”, destacó.

“Es un buen programa de entrenamiento y sus condiciones naturales”, agregó.

“Delfina tiene una posibilidad concreta de obtener una medalla en los próximos Juegos Olímpicos. El nivel es muy competitivos y parejo, pero teniendo en cuenta que en el mundial de Corea, con su tiempo, hubiera salido tercera; por supuesto que tiene la posibilidad de salir con una medalla en Tokio”, auguró.

Andrea Berrino, premio al esfuerzo

El entrenador del equipo de natación también habló de su relación particular con Andrea Berrino, una atleta que se sobrepuso a reiteradas lesiones.

“Andrea volvió del mundial juvenil de Lima de 2012, ella había sido finalista pero había ido con unos problemas de hombro y columna, cuando volvió del mundial hizo un entrenamientos de 20 metros y salió llorando del dolor”, recordó.

Frente a esa situación consultaron al médico Horacio Pila, quien fuera médico de la selección de básquet en los juegos olímpicos de Atenas, y le dijo que la carrera de la joven estaba terminada y que no iba a poder seguir nadando por problemas en su columna vertebral.

“Eso fue muy duro para ella y para mí. Venía de ser finalista de un mundial y cuando pregunté qué posibilidades tenía, me dijo que le iba a llevar entre dos años y medio y tres de rehabilitación”, contó.

“Le dije a Andrea que confiara en mí y la llevé a vivir a mi casa. Era chica y prácticamente la adopté como si fuera una hija, me levantaba a las 2 de la mañana le ponía hielo en el hombro y lo repetía a las 4 y a las 6. Hacíamos fisioterapia el 24 de diciembre a la noche y 31. Fue así por dos años y medio hasta que le dieron el alta y pudo volver a competir”.

Sin embargo, la felicidad de reponerse de esa lesión duró poco porque tras competir en el sur de Chile, donde ganó tres medallas, se le hinchó uno de los pies y los médicos le detectaron una trombosis.

“Tuvo que volver a parar porque corría riesgo su vida y fue empezar de nuevo”, apuntó.

Tras recuperarse, fue semifinalista en el campeonato mundial de Windsor de pileta corta y en el de Budapest. “Empezó a hacer todos los récords sudamericanos en su categoría y cuando estábamos por salir para los Juegos Olímpicos de Río, a 15 dís, se fractura un dedo en un gimnasio y se quedó sin ir”, lamentó.

“Siguió insistiendo, insistiendo, insistiendo y el premio al esfuerzo es un poco todo lo que ha sido su carrera y esta medalla es los Panamericanos es un premio a no bajar nunca los brazos”, enfatizó.

Entrevista de La Previa