Ronaldo, el fenómeno

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Ronaldo, el fenómeno

03/11/2019 | 16:31 | Su nombre es Ronaldo Luís Nazário de Lima, pero el mundo lo conoció como Ronaldo. Fue, sin discusión, uno de los mejores delanteros de todos los tiempos, un temible goleador y una leyenda del fútbol.

Jorge Parodi

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Ronaldo, el fenómeno

Jorge Valdano se refería así sobre el brasileño: “Cuando ataca Ronaldo, tengo la sensación de que ataca una manada. Parece que son muchos, pero es uno solo”.

El sobrenombre de " O Fenomeno" nació de una declaración del notable futbolista italiano Paolo Maldini:

Cuando enfrenté por primera vez a Ronaldo Nazario le dije a mi mente: " Tranquilo Paolo, Ronaldo es un ser humano normal, de carne y hueso, no tengas miedo".

"Al final del partido, Cannavaro y yo, nos habíamos dado cuenta que enfrentábamos a un FENÓMENO."

Con la pelota en los pies, Ronaldo era imprevisible, insospechado, potente, demoledor y certero.

Le decían “O Fenomeno" y lo era, ni más, ni menos, fue un futbolista fenomenal, incomparable, de colección.

Su sonrisa generosa exhibía sus dientes de conejo, los mismos que sacaba de la galera con su gambeta indescifrable.

Ronaldo fue Pura magia.

La potencia de sus remates hacían temblar a las redes, resignadas a ser el destino final de sus certeras ejecuciones.

Las revistas del corazón que hablaban de sus romances con bellas modelos, pero no hacían referencia a su íntima y apasionada relación con el gol.

Ronaldo, (no Cristiano), el auténtico, nació en Río de Janeiro, Brasil, en el año 1976.

De familia humilde, su madre, divorciada, trabajaba catorce horas al día en pizzerías o supermercados para sacar adelante a sus tres hijos.

A los 11 años debió dejar el colegio. Vivía en el suburbio de Benito Ribeiro, olvidado y lejano como otros tantos arrabales de la zona norte de Río de Janeiro, cuyos habitantes desconocen la paradisíaca zona sur de la ciudad, con sus playas, sus lujosos coches y sus ricas gentes.

Ronaldo tampoco conocía esa parte de su propia ciudad, pero no sabía que pronto le llegaría la oportunidad de, incluso, vivir en ella.

El gran Jairzinho, campeón mundial en México 70, lo descubrió y lo recomendó a su ex club, el Cruzeiro de Belo Horizonte.

Allí debutó en primera en el año 1993, con 16 años.

Después de pasar por PSV de Holanda, donde fue goleador del torneo, con 19 años arribó a Barcelona, donde convirtió 49 goles en 47 partidos, en su única temporada en el club catalán.

En Italia se cansó de hacer goles en el Inter y en el Milán.

Formó parte del equipo de los Galácticos en el Real Madrid, donde en 5 años convirtió más de cien goles.

Volvió, resurgió una y otra vez después de cada lesión, de cada operación, de sus problemas con el peso.

Sumados todos sus periodos de inactividad, estuvo tres años sin jugar. Y eso entre los 24 y los 32 años.

Figura de la histórica selección brasileña que ganó la Copa Mundial de 2002, sumó a nivel de selecciones otra Copa Mundial (1994) en la cual integró el plantel con 17 años, pero no jugó.

Ganó una Copa Confederaciones (1997), una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos (1996), y dos Copas América (1997, 1999); logró además un subcampeonato en la Copa Mundial de 1998.

Dichos éxitos fueron completados a nivel de clubes con trece títulos, nueve de ellos en Europa, jugando para PSV Eindhoven, Barcelona, Inter, Real Madrid y Milán.

Fue galardonado con el Premio FIFA World Player en tres ocasiones (1996, 1997, 2002), con la Bota de Oro (1997), y el Balón de Oro como mejor jugador del mundo en 1997 y 2002. Asimismo, fue designado como el mejor jugador de la Copa Mundial de 1998 y como máximo goleador de la Copa Mundial de 2002, entre otros premios

Fue su máximo goleador histórico de los Mundiales, con quince goles, hasta que en 2014 fue superado por Miroslav Klose.

Es también el segundo goleador histórico de la selección brasileña con 67 goles, a diez de los logrados por Pelé.

En los últimos años de su carrera, “O Fenomeno” se convirtió en el “Gordo” Ronaldo, debido a una insuficiencia hormonal en la glándula tiroidea que le produjo un considerable aumento de peso.

Finalmente, a los 34 años agobiado por los dolores musculares y las dolencias en sus rodillas decidió retirarse del fútbol.

En 2018 se convirtió en accionista mayoritario del equipo de fútbol español Real Valladolid tras la compra del 51% de las acciones.

O Fenomeno es el apodo adecuado para Ronaldo Nazario de Lima.

Fue exactamente eso: un Superdotado técnicamente, una Ferrari adentro de un furgón.

Dios le dio una habilidad notable y unas rodillas miserables.

Cuando encaraba, pasaba entre tres rivales .

Ronaldo fue terrible en los mano a mano.

Goleador de raza (423 conversiones), definidor notable, con todas las variantes posibles. Eludir al arquero y empujarla al gol con el arco vacío le resultaba más fácil que la tabla del uno.

Pasaba la piernas sobre la pelota, una y otra vez para salir hacia el lado menos pensado.

Ronaldo fue un gordito que nos empachó de buen fútbol.

Ronaldo (el auténtico) fue gol, gambeta y alegría.

Ronaldo fue la frutilla del postre de grandes equipos.

Ronaldo Luis Nazario De Lima fue un fuera de serie, uno de los mejores delanteros de la historia.

Ronaldo, fue “O FENOMENO”, ni más, ni menos.

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