Guilherme Parede, la cara del "jogo bonito" que ilusiona a la "T"

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Parede, la cara del "jogo bonito" que ilusiona a la "T"

15/03/2020 | 14:47 | El delantero, de 24 años, sorprendió con sus buenas actuaciones desde su arribo a Talleres. Usa el 77 en su espalda como homenaje a Dios. "Talleres tiene una hinchada muy caliente", dijo a Cadena 3.

Raúl Monti

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Guilherme Parede, la cara del "jogo bonito" que ilusiona a la "T"

Nació en Mato Grosso Do Sul, un estado brasileño que antes de la guerra de la Triple Alianza formaba parte del territorio de Paraguay. La cercanía de su tierra natal con el pueblo guaraní le contagió ciertas costumbres que aún mantiene: toma tereré y habla bastante bien el español.

Como casi todos los niños nacidos en Brasil, la pelota lo acompañó día y noche desde su tierna infancia. Primero en las canchitas de futsal y luego ya en terrenos de 11. Aquellos años jugando en espacios reducidos lo dotaron de múltiples habilidades: un gran manejo y precisión quirúrgica para pasar el balón.

Guilherme Parede dio sus primeros pasos en el Operario Ferroviario de la liga Carioca y luego se afianzó en el Coritiba, aquel viejo conocido de Belgrano. Su buen rendimiento lo catapultó al Inter de Porto Alegre, donde compartió plantel con Andrés D´Alessandro y Paolo Guerrero y disputó la Copa Libertadores 2019.

"Hablo un poquito español porque en Internacional jugué con D' Alessandro y Paolo Guerrero. Comencé a jugar futsal en la escuela. Después fui a Opeario, donde comenzó mi trayectoria", describió en diálogo con Cadena 3

De vuelta en Coritiba, recibió la propuesta de Talleres de traer su fútbol a la ciudad de Córdoba. Luego de pedirle algunas referencias a su amigo D’Alessandro, Guilherme se lanzó a su primera aventura fuera de Brasil y hasta ahora, parece haber tomado la decisión correcta.

Le tocó debutar con la camiseta albiazul frente a Boca y a estadio repleto. Rápidamente tuvo un pantallazo de la magnitud del club, su hinchada y la Superliga argentina.

En un puñado de partidos en la T, Parede dio muestras de que se defiende tanto con el perfil zurdo como con el derecho y se convirtió en un comodín para el Cacique Medina por su ductilidad para ocupar diferentes posiciones en el mediocampo y en el ataque.

Su primer gol con la camiseta de la "T" llegó en un partido complicado ante Arsenal y Guillherme lo festejó con dedicatoria especial a su esposa.

Cada vez que salta al campo, lo hace con el número 77 dibujado en la espalda, es su pequeño homenaje a Dios.

Sobre Córdoba, expresó: "Cuando recibí la noticia que venía para acá pregunte si era una buena ciduad. me dijeron que era bueno para vivir, que talleres tiene una 'torcida' (hinchada) caliente. Es una satisfacción llegar aquí y estar jugando".

"Sin Dios no somos nada, todo lo dedico a él", dijo el futbolista que usa el numero 77 en relación a numerosos pasajes bíblicos.

Su adaptación fue rápida dentro del campo y también fuera del mismo. El brasileño ya comparte asados con sus compañeros y lleva el mate a todos lados como cualquier ciudadano cordobés.

Apasionado por el fútbol, no se pierde los partidos de la Liga Española y de la Champions League y especialmente los de la Juventus de su ídolo Cristiano Ronaldo.

En apenas 6 partidos, marcó tres goles y otorgó dos asistencias, alimentando la ilusión albiazul de abrirse camino a las copas.

Parede es apenas el segundo jugador brasileño en vestir la casaca albiazul y está determinado a dejar una buena impresión en su paso por Córdoba. Lo tiene muy claro: vino a Talleres para escribir su nombre en la historia.