La guerra por las estrellas

Informes de La Previa

La guerra por las estrellas

23/01/2021 | 14:12 | A partir de la polémica generada luego de que Boca contara la Copa Diego Maradona como el título 70 de su historia, surgió el debate sobre los festejos del amateurismo y el profesionalismo. Entrá, escuchá y opiná.

Mauricio Coccolo

Audios

La guerra por las estrellas

Hubo un tiempo en el que los jugadores jugaban y los hinchas alentaban sin preocuparse demasiado por las estadísticas. Ángel Labruna es un caso emblemático: jugó hasta los 40 años y se retiró sin tener claro si era o no el máximo goleador de la historia del fútbol argentino. Nunca supo, ni le importó, si necesitaba un gol más, o dos, para superar a Arsenio Erico.

El paso del tiempo puso a Labruna en el lugar que se había ganado. Nadie le dio goles después de retirado. Lo que pasó fue más simple: una revisión exhaustiva de los datos históricos descubrió, entre muchas otras cosas, que algunos registros estaban mal y se corrigieron los errores.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

El fenómeno del protagonismo de las estadísticas excede al fútbol argentino, es una costumbre mundial: ahí están Cristiano Ronaldo y Messi midiendo récords después de cada partido. Durante los últimos años, los datos tomaron una fuerza que nunca habían tenido en un ambiente que siempre rechazó lo que en Estados Unidos llaman “las medibles”. Claro que una cosa es la cantidad de kilómetros que corren los jugadores y otra muy distinta la cantidad de títulos que ganan los clubes.

Cada vez que un equipo sale campeón el debate vuelve al centro de la escena. Erróneamente, muchos hinchas piensan que hubo un momento, al que algunos aventureros incluso le ponen fecha, en que la AFA tomó la decisión de oficializar títulos y empezar a contarlos. Cosa que nunca pasó. O, mejor dicho: pasó desde el día uno, cuando la AFA organizó su primer campeonato, y los siguientes. Desde que se jugaron, todos los torneos son oficiales. Excepto, por supuesto, los amistosos. Nadie oficializó, ni reconoció, ni empezó a contar, simplemente los campeonatos estaban ahí —y siguen estando— en las Memorias y Balances de la entidad rectora del fútbol nuestro.

Con la consagración de Boca en la Copa Maradona y la estrella número 70 del club, volvieron los argumentos a favor y en contra del revisionismo histórico. La mayoría de los especialistas coinciden en que debe contarse la historia completa. Silvio Maverino, periodista de Toneos, aclara cuáles son los títulos que se incluyen en el listado de clubes campeones.

En la misma línea, Oscar Barnade, que trabaja para ESPN y Clarín, explica que no solamente Boca cuenta los títulos oficiales ganados por su primer equipo: todos los clubes del país pueden hacerlo.

Daniel Basterra, de Cadena 3, agrega que se debe contar todo porque el fútbol argentino no empezó en 1931, cuando se profesionalizó. Y se pregunta, con mucho criterio: ¿Qué pasaría con las estadísticas del rugby, por ejemplo, si algún día deja de ser amateur?

Carlos Durand, periodista del diario La Capital de Rosario, agrega un detalle interesante sobre las Memorias y Balances de la AFA: la historia siempre estuvo ahí y ese es el respaldo de la oficialidad de los títulos.

Tajante, Gustavo Berlinghieri, que aporta datos estadísticos para TyC Sports, dice que no existe la división de eras entre amateurismo y profesionalismo, y lo explica con argumentos como los títulos de Racing o la cancha de Independiente: ¿Qué hacemos, los borramos porque son previos a 1931?

En definitiva, la única certeza es que todo se puede discutir, pero algunos criterios no admiten mayores cuestionamientos. En ese punto, Gustavo Farías, de La Voz, dice que hay que contar todo básicamente porque no existe ninguna objeción válida para dejar afuera más de treinta años de historia.

Otra discusión, que tiene muchos matices, es sobre la importancia de los títulos, aunque parece estar muy claro que todos valen uno, pero no todos tienen el mismo valor. Berlinghieri apunta algunos detalles interesantes: el grito de campeón fue siempre igual, pero pesa mucho la camiseta a la hora de opinar.

En el debate sobre la importancia de los títulos, Barnade introduce un elemento que muchas veces no se tiene en cuenta: el paso del tiempo suele modificar la percepción sobre el peso de las estrellas. Por ejemplo, hoy no hay dudas de que una liga de primera es más importante que una copa local, pero hace 100 años era al revés.

Silvio Maverino piensa que no todos los títulos son iguales y se hace una pregunta polémica sobre las copas internacionales de Independiente y Boca, por citar un caso puntual. En la misma línea de pensamiento, Basterra cree que la importancia de los logros depende del ámbito donde se consiguieron. Además, piensa que algunas copas no deberían contarse.

Carlos Durand aporta una gran verdad olvidada: no hay reglamentos que digan cómo contar las estrellas. Por lo tanto, cree que cada club debe profundizar las investigaciones sobre su historia y ajustarse a criterios válidos para no repetir errores del pasado como incluir competencias no oficiales.

A propósito de las cuentas de hoy y de ayer, una de las críticas que circula mucho entre los hinchas señala que los periodistas cambiaron la forma de contar. Eso es una verdad a medias. Gustavo Farías dice algo tan simple como real: cambió y va a seguir cambiando porque la historia se revisa todos los días y nunca se sabe qué novedad aparecerá en el futuro.

Desde una postura parecida pero diferente, Silvio Maverino asegura que no cambió la forma de contar, dice que la confusión surgió porque la AFA publicó el listado de títulos en su sitio de internet y muchos vendieron eso como una oficialización cuando en realidad era simplemente una publicación virtual de lo que desde hacía años dormía en los documentos oficiales.

Hace décadas, cuando la mayoría de los medios apenas publicaban algunas estadísticas, el periodista Pedro Ramírez era una de las pocas fuentes de datos sobre la historia del fútbol argentinos. Pero Ramírez decidió quedarse solo con la Historia del Profesionalismo, su legado fue muy importante, pero incompleto. Al respecto, Oscar Barnade agrega un detalle esclarecedor: muchas revisiones nacieron cuando los clubes empezaron a cumplir 100 años.

Un subtema dentro del tema global de las estadísticas son las ligas locales. Los hinchas del interior se quejan, con razón, cuando ven una tabla de títulos nacionales que no incluye, por ejemplo, los campeonato de la liga cordobesa o la tucumana. En ese sentido, Gustavo Farías tiene una postura muy clara: la AFA siempre fue el fútbol de Buenos Aires y el resto debe tener su propia cuenta.

Sobre las ligas del interior, Daniel Basterra piensa que es lógico que no estén incluidas en la misma lista porque deben contabilizarse por separado ya que la FIFA reconoció como competencias nacionales a las que organizaba la AFA y eso quedó establecido así desde —y para— siempre.

La discusión es válida y enriquecedora cuando parte de bases sólidas porque, al fin y al cabo, las estadísticas nunca serán completas ni definitivas. Además, muchos tienen una cuenta para cada cliente: estos son mis números, pero si no le gustan tengo estos otros. Y después de todo, la guerra por los títulos en el fútbol argentino parece infinita como el cielo donde caben todas las estrellas que el universo quiera.

Te puede Interesar