José Meolans, un gigante en el agua como en la vida

Grandes del deporte

José Meolans, un gigante en el agua como en la vida

28/10/2018 | 14:35 |

Integra el selecto grupo de los mejores nadadores argentinos de la historia pero ni los éxitos, ni los triunfos, ni los halagos, lo cambiaron. Repasá su historia.

Jorge Parodi

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José "Pepe" Meolans fue uno de esos atletas que dignificaron al deporte. Tan grande en el agua como en la vida.

Junto con Jeanette Campbell, Alberto Zorrilla, Luis Alberto Nicolao y Georgina Bardach, integra el selecto grupo de los mejores nadadores argentinos de la historia.

Un milagro de la natación, surgido de un país donde el apoyo a su actividad era entre escaso y nulo, pero él nada, perseveró y brilló.

Llegó a entrenar en piletas, donde en los andariveles había cocodrilos inflables, o señoras mayores que le pedían que no las salpicara.

Durante una década se mantuvo entre los 10 mejores del mundo en su especialidad.

Hoy, ya  retirado, es el espejo en el que se miran los más chicos. Tiene un proyecto, un sueño y una visión: difundir la natación en cualquier punto del país.

Cuando  José Meolans tenía apenas cinco años, pasaba horas jugando en el agua, en la pileta de sus abuelos en Morteros.

Los veranos a orillas del Río San Antonio, también se imponen como un recuerdo imborrable.

El abuelo Eliseo fue quien lo llevó  a él y a su hermana Laura al primer profesor de natación y allí  Pepe sorprendió a todos.

Papá Raül y mamá Isabel, junto al abuelo Ángel, fueron un apoyo invalorable, incondicional  y afectuoso.

Entrenó con el equipo del Profesor Daniel Garimaldi, hasta el  año 2000.

Luego  trabajó con su amigo Orlando Mocagatta, hasta el final de su carrera.

Pepe  construyó  una magnífica carrera deportiva sobre la base de  la disciplina y el  trabajo.

Desde los 12 hasta los 20 años se levantó a las 4 de la mañana para entrenarcon el equipo de los Garimaldien la pileta del Colegio Taborín.

Hasta los 15 años nadaba de 4,30 a 6,30; luego se iba al colegio hasta el mediodía; a la siesta gimnasia y a la tarde dos horas más de pileta.

En tercer año del secundario, decidió dejar el Colegio Ricardo  Rojas, para poner todas sus energías en la natación.

A lo largo de sus 15 años de carrera, José Meolans marcó un antes y un después en la natación nacional.

Participó de cuatro Juegos Olímpicos, acumuló 23 medallas mundialistas, fue oro en los Panamericanos de Santo Domingo (2003) y plata en los de Rio de Janeiro (2007).

El  pico de su carrera lo alcanzó entre el año 2000 y 2003. En ese período, alcanzó su máxima conquista al ganar el Campeonato Mundial de Moscú 2002 y obtener el récord sudamericano en 50 metros libres.

 El cordobés llegó a ostentar los récords argentinos de 100 y 200 metros libre y 100 mariposa en pileta de 50 y 25 metros, 200 mariposa y 100 combinados en 25.

A pesar de esa seguidilla de triunfos, Meolans también reconoce la recta final como una de las mejores etapas que vivió.

En la última competición que afrontó, alcanzó la medalla de oro del campeonato nacional y el mejor registro de su carrera.

Se retiró el 21 de diciembre de 2008 ostentando 19 récords argentinos absolutos (9 en piscina olímpica y 10 en pileta corta).

Sin embargo, siempre mantiene latente su vínculo con el mundo de la natación.

Motivado por la promoción de nuevos talentos, en la actualidad se encarga de promover clínicas deportivas y jóvenes promesas.

Además, desde hace unos años lanzó su propia marca de indumentaria deportiva para la práctica de la natación, junto a Valeria, su esposa.

También escribió un libro junto al periodista Adrián Flores: “Nadar: Por qué la natación nos ayuda a vivir mejor".

Allí, además de hacer un repaso por su vida y carrera, brinda consejos para quienes se inician en este deporte.

En ese libro escribió:

A veces me preguntan por qué nadar nos hace sentir tan bien. Sumergirse en el agua y dejar la mente en remojo por un rato es lo mejor que podemos hacer cuando estamos llenos de preocupaciones. Y es mucho más que una sensación. Los científicos dicen que nadar segrega endorfinas, las famosas hormonas del placer, que después de algunos minutos de esfuerzo provocan una sensación natural de felicidad. Por eso es un entorno tan propicio para renovar energías

Otra de sus pasiones es el fútbol y la camiseta de Belgrano

Hemos sido testigos privilegiados a través de nuestra tarea periodística de gran parte de su carrera.

Desde los Panamericanos de Mar del Plata en el año 95 , hasta su despedida en 2008.

Lo hemos acompañado en sus éxitos y en una de sus pocas frustraciones en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004..

En ese tipo de situaciones lo engrandecieron, lo agigantaron como deportista y como persona.

Al convertirse en un figura popular que excedió el ámbito del deporte, muchos opinaron sin saber de natación, sin conocer la realidad y la importancia de los logros que obtuvo y exigieron con la vara inconsistente del exitismo, hijo dilecto de la ignorancia y del  tan argentino resultadismo , como ocurrió con tantos deportistas de nuestro país.

Nos consta que Jose Meolans dio todo y más aún. Ni los éxitos, ni los triunfos, ni los halagos, lo cambiaron.

Siempre cordial, trabajador, buena gente, modesto, humilde, introvertido, familiero. Un deportista para sacarse el sombrero.

Hoy,  disfruta de la hermosa familia que formaron con Valeria. Hoy, sus hijas Martina y la pequeña Felicitas son la razón de su vida.

Hoy puede mirar el pasado deportivo y estar más que orgulloso. Aunque él prefiere mirar hacia el futuro y trabajar por una natación mejor.

José Meolans, un gigante que supera su metro noventa y tres de altura.

"Pepe" Meolans es un grande del deporte argentino de todos los tiempos.

Así en el agua, como en la vida.