Jorge Pedro Marchetta. (Foto: archivo)

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Jorge Pedro Marchetta: "Pedro, el grande"

07/04/2024 | 16:10

"'El Negro' fue un grande, que siempre entendió que el fútbol es alegría y lejos está de ser un drama. Por eso con sus ocurrencias lo llenó de sonrisas". Nuestro homenaje.

Redacción Cadena 3

Jorge Parodi

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Jorge Pedro Marchetta: "Pedro, el Grande"

Jorge Pedro Marchetta fue un entrañable personaje del fútbol.

El "Negro" Marchetta fue un agudo estratega del juego, un motivador inigualable, un apasionado del fútbol, un cabulero incorregible, un ocurrente generador de frases geniales y de anécdotas desopilantes.

Pedro, fue un grande.

Siempre entendió que el fútbol es alegría y que lejos está de ser un drama.

Por eso Marchetta con sus ocurrencias lo llenó de sonrisas.

Sólo que, con su partida, estoy seguro que hasta a la pelota se le piantó un lagrimón.

Jorge Pedro Marchetta, pasó a ser Pedro desde el trato afectuoso de su hermano de la vida: Alfio "el Coco" Basile.

Sus historias de vida incluyen tienen protagonistas, entre otros, desde "el Negro" Roberto Fontanarrosa hasta el General Juan Domingo Perón.

Su legado futbolístico y personal está maravillosamente narrado en el libro "Pedro Marchetta, el negro" escrito por las plumas impecables de los prestigiosos periodistas Hugo Caric y Gustavo Gutiérrez.

Su único título le permitió a Rosario Central ascender en 1985, después de una campaña notable, allí se generó una de las tantas historias que relató en su libro: “En 1984, con Central jugábamos ante Atlanta, que era candidato. Habíamos empatado las dos primeras fechas y el equipo debía volver a Primera. Había que cambiar la suerte y se estilaba cortarse el pelo. Fui a una peluquería y la señora que me atendió me cortó con dos piedras. ‘¿No me podés dejar como antes?’, le pregunté. Ese día arrancaban las clases y yo parecía un niño. El profesor Pedernera, apoyado por los jugadores, me compró un delantal, le hizo poner el escudo de Central, lo firmaron todos los jugadores, lo envolvieron y en la cena me lo entregaron en un paquete que decía: ‘Para el niño Marchetta’. Pero los cagué. Al día siguiente, di la charla con ese delantal. Ganamos y se hizo cábala”.

Pedro Marchetta nació el 13 de abril de 1942, en Lomas de Zamora.

Fanático de Racing de Avellaneda, debutó en la primera a los 20 años y permaneció en "la Academia" en los torneos de 1962 y 1963.

Era un ocho habilidoso que según su propia definición jugaba como un Andrés D’Alessandro, pero derecho.

El DT Néstor "Pipo" Rossi lo marginó del plantel por su costumbre de concurrir a los hipódromos. Cuando "el Negro" se retiró del fútbol como jugador, fue a la casa de Néstor "Pipo" Rossi, tocó el timbre y cuando abrió la puerta le dijo: “Maestro, usted tenía razón, me echó bien de Racing, le pido disculpas".

Su carrera futbolística terminó antes de cumplir los 30 años, después de pasar por Gimnasia de La Plata, Chile y Ecuador.

Tras el retiro, comenzó a administrar la concesión de los hoteles de Embalse de Río Tercero. Desde lo económico le iba muy bien, pero con el golpe de estado de 1976, por error, estuvo detenido e incomunicado por las autoridades del Proceso Militar, durante un par de meses, perdió 20 kilos y cuando fue liberado debía los sueldos de los empleados del complejo de Embalse.

Allí surgió un gesto solidario de Carlitos "la Mona” Jimenez, que cuando se enteró de la situación, dejó todas las actuaciones programadas y se fue a cantar a Embalse, donde metió 10 mil personas y con esa recaudación Marchetta le pudo pagar a sus empleados.

"El Coco" Basile lo convocó para integrar su cuerpo Técnico. Al lado de Alfio, logró el subcampeonato con Racing de Córdoba en el Nacional 80.

En el 83’ se largó sólo en Los Andes donde llegó al a final del octogonal. Allí comenzó un largo y exitoso periplo como técnico.

En Córdoba dirigió, en distintas etapas, a Talleres, Belgrano, Racing, Instituto y a Juniors.

Dirigiendo a Racing, ante San Lorenzo, se le ocurrió decirle a su delantero Silvio el “Tweety” Carrario, sobre su marcador Oscar Ruggeri: "apuntale y tirale la pelota larga, que él es una cabina telefónica: pasás, ponés una ficha, hablás y seguís".

Ruggeri se enteró del consejo, porque Carrario se lo contó, "el Cabezón" convirtió el gol del triunfo de San Lorenzo sobre la hora y terminó festejándolo en la cara del "Negro" Marchetta.

Pese a estar identificado con Racing y trabajar allí, también armó un Independiente inolvidable en la temporada 92/93, tras ser convocado por Julio Grondona.

Fue precisamente "Don Julio" el que lo bajó de la posibilidad de formar parte del equipo técnico de Basile en la Selección y lo recomendó al "Rojo" de Avellaneda.

Con Belgrano llegó hasta las puertas de un ascenso, pero cayó ante Banfield en el Nacional B 86/87.

Con los años una declaración desafortunada, lo alejó del afecto de mucha gente del club de Alberdi. Dijo concretamente que la hinchada de Belgrano es "la más cagona" de la Argentina.

Un día lo fueron a insultar los de la barra brava, según Pedro estuvo todo organizado. Se acercaron a la cancha, lo apretaron y le dijeron: "Te vamos a quemar la casa, te vamos a violar a tu mujer culiao" y Marchetta les respondió enérgico: "Ojo, con la casa, con la casa no, con la casa no se metan, ¿eh?”. Los barrabravas no pudieron parar de reírse.

Con Racing de Córdoba, en 1984, terminó en el cuarto puesto en el Metropolitano y hasta ganó el Prode con aquel memorable gol del "Pato" Gasparini ante Ferro que fue motivo de una película pero que apenas alcanzó para pagar una cena.

En 1985, su Rosario Central, donde es idolatrado, ascendió con autoridad a Primera. Ganó el torneo por 11 puntos de diferencia y sostuvo una racha de 11 victorias consecutivas. En la temporada siguiente el canalla fue campeón de la máxima categoría con Ángel Tulio Zof como DT, porque el Negro eligió irse a Vélez Sarsfield que le hizo una oferta irresistible desde lo económico.

En su extensa carrera como DT, dirigió a más de 10 clubes en nuestro país y dos en Ecuador (Barcelona y Deportivo Quito).

En 2006 sufrió un ACV pero felizmente pudo recuperarse después de 8 meses en los que estuvo internado en una clínica de Tanti sin poder hablar, ni caminar.

Sus charlas técnicas eran verdaderas actuaciones de stand up y sus jugadores, además de destornillarse de la risa, salían a la cancha con la convicción que eran los mejores del mundo, que iban a comerse vivos a los rivales.

Entre sus frases célebres, Marchetta le dijo a Darío Scotto, en ese momento delantero de Rosario Central: "Darío, te bajás del micro y empezás a patear al arco. Hoy ataja Angelucci, le tirás un colchón y es gol".

Jorge Pedro Marchetta, genio y figura. Carisma y picardía.

Calle y fútbol, estratega y motivador.

La noche anterior a su muerte estuvo en el estadio Kempes, presenciando el partido de Copa Libertadores entre Talleres y la “U” Católica.

Es que el fútbol era para él era una pasión sin medida.

Pedro Marchetta fue un personaje entrañable.

Pedro, fue un grande, que siempre entendió que el fútbol es alegría y lejos está de ser un drama.

Por eso con sus ocurrencias Marchetta lo llenó de sonrisas.

Sólo que con su partida estoy seguro que hasta a la pelota se le piantó un lagrimón.

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