Johan Cruyff, hacedor del fútbol total

Johan Cruyff fue uno de los tres mejores jugadores del mundo del siglo pasado.

El crack holandés no sólo entendió esto de jugar bien a la pelota, sino que hizo del fútbol algo mejor.

Cruyff creyó en un fútbol ofensivo, audaz, intenso y estético a la vez. Futbolísticamente es difícil encuadrarlo en un puesto: ¿Volante ofensivo, 9 y medio?

En realidad fue un todo campista, una versión actualizada de Alfredo Di Stéfano, la saeta rubia.

Tenía todo: habilidad, despliegue, sentido táctico, inteligencia, velocidad, olfato para el gol y un cambio de velocidad devastador.

Digno conductor del ponderado Ajax de los ‘70 y de la selección holandesa; trajo al fútbol aquello del fútbol total, el sistema del gran Rinus Michels que tiene un par de conceptos a recordar, como la posesión casi total de la pelota, la presión intensa sobre los rivales, la triangulación de pases, la dinámica y esto de los jugadores sin posiciones fijas.

El Ajax de los ‘70 y la selección holandesa del ‘74 materializaron esa feliz idea de un fútbol mejor.

Cruyff nació en Ámsterdam en 1947. Aquel flaco desgarbado fue el conductor dentro de la cancha de una auténtica escuela de fútbol que fue el Ajax, ganador de decenas de ligas y tres copas de Europa.

En 1972 obtuvo la Copa Intercontinental tras vencer a Independiente de Avellaneda y en el ‘73 dejó su Holanda natal para llegar al Barcelona. Allí fue ídolo indiscutible, como jugador primero y como entrenador más tarde.

Cruyff fue siempre un rebelde, un tipo complicado y de convicciones. Ajax tenía todo arreglado con el Real Madrid pero Cruyff quiso irse al Barça, que hacía 14 años que no ganaba un torneo en la liga.

Cuando el holandés debutó en el azulgrana estaba 12º en esa temporada 73/74 y con su presencia volvió a ser campeón de la mano de este holandés volador.

Allí entabló amistad con un crack cordobés: Juan Carlos “Milonguita” Heredia.

Luego el fútbol lo llevó a los Estados Unidos por unos años donde se cansó de ganar premios y títulos.

Con 34 pirulos decidió volver al club de su infancia el Ajax donde ganó tres títulos más, se peleó con el presidente del club y, cabrón como era, el flaco se fue a su clásico rival el Feyenoor. Se retiró, como corresponde, siendo campeón a los 37 años.

En la selección holandesa con Neeskens, Rep, Haan y los mellizos Kerkhof,  brilló en aquel mundial de Alemania donde fueron subcampeones,  la única copa del mundo que disputó el holandés.

La Selección argentina lo padeció en una inolvidable noche lluviosa en Gelsenkirchen, donde Holanda con dos goles del 14 -su número en la camiseta - le ganaron por 4 a 0.

Cruyff fue elegido el mejor jugador de Europa del siglo XX, y tres veces balón del oro, tercer jugador del siglo detrás de Maradona y de Pelé.

Como técnico y director deportivo se inició en el Ajax, allí profundizó un estilo y priorizó las inferiores. Fruto de este trabajo con la cantera, fue la generación de jóvenes compuesta por Ronald de Boer, su hermano Frank, Edgard Davids, Silooy quienes harían ganar al Ajax la Liga de Campeones de Europa en 1995.

Cruyff volvió a su amada Barcelona como técnico en 1988 con las ideas de siempre, creyendo que el arquero es el primer atacante, que el centro delantero es el primer defensor, que es preferible ganar 5 a 4 que 1 a 0, y que cuando la pelota es de los nuestros los otros no la tienen

Consiguió ganar la liga 90/91 iniciando un ciclo ganador del Barça y poniendo fin a la anterior hegemonía del Real Madrid. Ese año se recordaría por la final de la Copa de Europa en Wembley, donde el equipo de Cruyff -recordado por el sobrenombre de dream team- se impuso al Sampdoria en el minuto 111 de la prórroga gracias al tiro directo de otro holandés Koeman.

Era la primera victoria del Barça en una final de la Copa de Europa y el equipo de Cruyff pasaría a la historia por eso.

Con el transcurso del tiempo el juego de Cruyff fue trascendental, porque Guardiola su pupilo en esa época retomó los conceptos principales de Johan en el poderoso Barcelona que nacía en el 2009.

Se puede afirmar que el holandés le devolvió el orgullo al club catalán y le cambió la cabeza en cómo entender el fútbol.

Cruyff nunca ocultó su adicción al cigarrillo, incluso dicen que fumaba en los entretiempos. Falleció en 2016 debido a un cáncer de pulmón a los 68 años.

No sólo fue uno de los mejores futbolistas de la historia, su juego, sus convicciones e ideas hicieron que el fútbol fuera mejor, más lindo, más emocionante, más divertido