Hugo Gatti, el showman del arco (Por Jorge Parodi)

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Hugo Gatti, el showman del arco

04/04/2020 | 14:30 | El legendario arquero contrajo coronavirus y está internado en una clínica española. "Me vino bien pasar por esto para hacerme más fuerte y aprender de la vida", opinó. Escuchá el homenaje al "Loco".

Jorge Parodi

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Hugo Gatti, el showman del arco (Por Jorge Parodi)

Genial, discutido, audaz . Hugo Orlando Gatti le dió una interpretación distinta a la función del arquero

Nació en Carlos Tejedor, tiene 75 años. Comenzó su carrera en Atlanta, para luego pasar a River, Gimnasia de La Plata, Unión de Santa Fe y finalmente cerrar un ciclo brillante en Boca Juniors.

Jugó en primera 26 años, entre 1962 y 1988. En Boca ganó 6 títulos, incluidos dos Libertadores y una Intercontinental.

Es poseedor de dos récords del fútbol argentino: el de mayor cantidad de partidos disputados en la Primera División Argentina (765 partidos) y el de mayor cantidad de penales atajados (26, compartido con Ubaldo Matildo Fillol).

Actualmente reside en Madrid y suele participar en programas deportivos, en España.

El Loco Gatti fue el creador de un estilo único, irreverente, desenfadado, pero de un gran valor táctico y técnico.

Gatti demostró que el arquero no sólo podía vivir debajo de los palos, sino que podía sentirse un jugador de campo, un líbero con una enorme capacidad de anticipo que evitaba situaciones de peligro.

En Atlanta apareció como un arquero arriesgado y particular. Salía jugando con la pelota con los pies, hacía laterales, daba pases gol, un auténtico adelantado.

Con declaraciones altisonantes y un look sin precedentes para el fútbol de aquellos tiempos. Vincha, melena, bermudas, buzos multicolores y una personalidad muy particular.

Dijo que era mejor que el gran Amadeo Carrizo y pasó a River, donde alternó buenas y malas. Los hinchas millonarios no lo querían, lo trataban de "Payaso".

Se fue a Gimnasia y Esgrima de La Plata, un club fundamental en su trayectoria, donde se sintió libre de presiones y jugó partidos extraordinarios, divirtió y se divirtió.

El destino parecía escribir la historia en capítulos: un triunfo de Gimnasia en la Bombonera, marcó el comienzo del romance.

Cuando terminó el partido, antes de entrar al túnel, se levantó la remera de arquero y abajo tenía puesta una camiseta de Boca, "la Doce" se volvió loca.

Desde ese día el mundo del fútbol supo que Gatti quería ir a Boca. En 1975, “El Toto” Lorenzo lo llevó a Unión y un año después ambos llegaron a Boca para ganar el bicampeonato, con Gatti como gran figura.

El Boca del Toto Lorenzo tenía oficio y solidez. Junto a Pernía, Pancho Sá, Mouzo, Tarantini, Ribolzi, Suñé, Veglio, Felman, Zanabria, Mastrángelo, Perotti, Hugo Orlando Gatti se transformó en el ídolo indiscutido de la Mitad más Uno.

En 1977, le dio a Boca su primera Copa Libertadores, con un penal atajado al brasileño Vanderley, del Cruzeiro, en el Centenario

Siempre fiel a sí mismo, sin dejar su estilo, estaba en la jugada un segundo antes que todos los demás arqueros.

Gatti dijo alguna vez que el de arquero era el puesto de los bobos, y él fue el más vivo.

Fue el creador exclusivo de “La de Dios”. Cuando los delanteros rivales venían con pelota dominada, los enfrentaba arrodillado, con los brazos extendidos en forma de cruz, el pecho bien inflado y el rostro firme esperando el pelotazo.

Les metía miedo a los contrarios, los desconcentraba y ellos caían en su trampa. Le pegaban fuerte, al bulto, sin pensar, y la pelota siempre terminaba golpeando alguna parte de su cuerpo.

La carrera del "Loco" Gatti terminó imprevistamente un 11 de septiembre de 1988 con una derrota frente a Armenio por 1 a 0, tras la cual el Pato Pastoriza lo convirtió en chivo expiatorio de los males del equipo. Hugo tenía 44 años.

Nada, ni nadie pudo borrar una campaña extraordinaria con la azul y oro. El amor de gente hasta hoy es la mejor prueba.

Nadie olvida sus grandes tardes, nunca se borró en los compromisos difíciles. Tuvo un respeto absoluto por el espectáculo, jugó y divirtió, le quitó drama al fútbol.

Es considerado uno de los grandes arqueros de la historia del fútbol, no sólo de la Argentina.

Hugo Orlando Gatti, genio y figura del arco. Un “showman” que entretenía y emocionaba desde los tres palos.