Fernando Gago, una carrera marcada por lesiones

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Fernando Gago, una carrera marcada por las lesiones

04/08/2018 | 15:21 |

La última lesión del capitán de Boca durante un amistoso de pretemporada encendió la alarma y rumores de retiro en la comunidad xeneize.

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En los últimos días, las alarmas se encendieron en la comunidad xeneize. Tras meses de remarla para volver a su mejor nivel, en un amistoso de pretemporada el capitán sintió que algo andaba mal. Desgarro en el isquiotibial derecho señaló el parte médico y las dudas se multiplicaron por mil.

Un puñado de partidos con la camiseta de Boca fueron suficientes para que Fernando partiera a Madrid a desparramar su talento de mediocampista. La Casa Blanca le abrió los brazos a un chico que parecía tallado con el gen madridista y que rápidamente despertó comparaciones con Fernando Redondo, histórico ídolo del Real.

Con apenas 20 años, “Pintita” se convirtió en un indiscutido en el equipo que conquistó la Liga 2007-2008 con Guti, Robinho, Higuain y Raúl dentro del campo y Shuster en el banco.

Sin embargo, no todas fueron rosas para Gago. Promediando su tercera temporada en el club, en un partido por Champions League sufrió su primera lesión de relevancia y estuvo fuera de las canchas por 30 días. ​ Ya recuperado, jugó de titular ante el Athletic y fue elogiado por su rendimiento en el centro del campo junto a Wesley Sneijder.

Ya en la temporada 2010-11, el fantasma de las lesiones comenzó a rondar otra vez. Dos esguinces en la rodilla izquierda lo mantuvieron afuera y le hicieron perder lugar en la consideración de Mourinho que les dio prioridad a Xabi Alonso y Sami Khedira. El saldo fue un solo partido de titular en todo el año y su nombre dentro de la lista de prescindibles del club.

De esta manera, Fernando fue cedido a la Roma por un año, con opción de compra. En el club capitalino, coincidió con Heinze, Burdisso, Lamela y Daniel Osvaldo. En el banco, nada más y nada menos que Luis Enrique, con quien fue titular en casi todos los partidos y recuperó su fútbol.

Como la Roma no hizo uso de su opción de compra, Fernando armó las valijas otra vez con rumbo a España y terminó firmando con el Valencia por cuatro años. Sin embargo, tras la destitución de Mauricio Pellegrino, Ernesto Valverde, nuevo entrenador del equipo Che, le comunicó que no sería tenido en cuenta y a Gago no le quedó otra que buscar club.

Fue así que Fernando retornó al país para jugar en Vélez a préstamo por seis meses. En el Fortín disputó apenas ocho partidos y estuvo más de un mes afuera por un esguince en la rodilla derecha.

De regreso en Valencia tras la cesión, los rumores sobre su posible retorno a Boca se multiplicaron.

La dirigencia Xeneize rápidamente comenzó a trabajar en el Operativo Gago que, luego de muchas idas y vueltas, tuvo final feliz.  Finalmente, el 23 de julio del 2013, el equipo español aceptó la oferta de Boca de € 1.700.000 por el 50% del pase del volante y Fernando se dispuso a comenzar su segunda etapa en el club de la Ribera.

Poco a poco, “Pintita” fue recuperando su nivel. A lo lejos aparecía el Mundial de Brasil y él tenía claro su objetivo: convencer a Sabella de que merecía un lugar entre los 23.

A pesar de ser una fija en la consideración de “Pachorra”, Gago estuvo a centímetros de ver el mundial por tv a causa de una lesión que lo dejó en jaque.  En el mes de abril, en un partido ante Colón, sufrió una distención de ligamento en su rodilla izquierda y estuvo out por 51 días. Otra vez una lesión, otra vez en el mismo sector. Parecía una pesadilla.

Sin embargo, Fernando la remó como nunca y no sólo se recuperó a tiempo, sino que además fue uno de los pilares que llevaron a la Selección a la final del torneo más importante de todos.

Tras la amargura de las finales perdidas en Brasil y en Chile, Gago tuvo momentos de muy buen nivel en Boca pero las lesiones fueron su karma. En 2015, se rompió el talón de Aquiles de la pierna izquierda y tras 4 meses de recuperación, un año después volvió a padecer la misma lesión, sólo que esta vez estuvo fuera mucho más tiempo.

Cuando las cosas parecían volver a los carriles normales y Fernando se erigía como figura del equipo que iba por el bicampeonato local, en el partido de eliminatorias ante Perú, su mundo se tiñó de negro una vez más.

Argentina necesitaba ganar. La bombonera aguardaba expectante la jugada que permitiera asegurar el triunfo, pero nada de eso pasó. Lo que se escuchó fue un murmullo cargado de angustia. A minutos de ingresar al campo, Gago cayó al piso.

Gago se operó los ligamentos de la rodilla derecha de manera exitosa el 13 de octubre del 2017. Su etapa de recuperación, que venía a una velocidad superior a la esperada, se encontró con un bache: a principios de marzo, el mediocampista sintió un pinchazo en la zona intervenida y, tras algunos análisis, se determinó que su regreso a las canchas debía esperar más de lo debido. La cosa parecía sellada y a pesar de su esfuerzo y dedicación en esta oportunidad no habría ni recuperación record ni Mundial.

Los primeros minutos en reserva y su aparición como titular en el último partido de la Superliga, fueron un guiño que entusiasmó a todo el mundo.

Fernando saltó a la cancha de Huracán, con la cinta de capitán y a pesar de la falta de ritmo logró meter algunos de sus pincelazos en lo que terminó siendo empate con el Globo.

La pretemporada lo encontró listo para volver pero una nueva molestia en un amistoso ante el Miami United puso a todo el mundo Boca a rezar el rosario. Si bien la lesión no reviste gravedad, muchos temían que los ánimos del capitán sucumbieran ante semejante racha negativa.

Entre tantos dimes y diretes, se presentó en Casa Amarilla, a primera hora de la mañana, cuando todavía no había ni aparecido el sol. Fue el primero en llegar y posiblemente el último en irse.

A pesar de los rumores de retiro, Fernando Gago se puso de pie, dispuesto a lucharla para volver a ser.