El "Ruso Zielinski": fracasar es no intentarlo

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El "Ruso Zielinski": fracasar es no intentarlo

18/05/2019 | 14:31 |

Con 15 equipos y bordeando los 60, es un técnico codiciado, probado, consolidado. No vende espejitos de colores, no hace declaraciones rimbombantes, no festeja los goles de su equipo. 

Gabriel Rodríguez

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No tiene el glamour de Gallardo pero ostenta el récord de haber dirigido un mismo club más tiempo que el DT de River. Tampoco los logros de Bianchi (a quien admira) aunque sus enormes campañas en equipos de menos cartel y presupuesto que Boca, podrian emular aquellas proezas. Y menos tuvo la suerte de Caruso Lombardi quien llegó a Primera División sin ascender con equipo alguno… Ricardo Alberto Zielinski debió ascender dos veces, en Chacarita primero y con Belgrano después, para sentarse en el banco de suplentes de la máxima categoría.

Fracasar es no intentarlo

Esa fue la frase con la que aquel 14 de diciembre de 2010 se presentó ante los medios de Córdoba, el entonces nuevo entrenador de Belgrano.

Esa respuesta estaba relacionada a la pregunta si creía que ese equipo, hundido en el fondo de la tabla, podía pelear el ascenso y que además encerraba otra cuestión: había un excepticismo general en un técnico que hasta allí había dirigido el ascenso sin demasiado éxito, pues traía consigo un descenso con Morón, otro con Ben Hur, echado de Antoniana por malos resultados y recientemente desvinculado de un Patronato que tampoco era un dechado de virtudes.

Sólo un ascenso, el mencionado en Chacarita pero con el que duraría apenas 5 partidos en la elite por otros malos resultados.

Fracasar es no intentarlo.

El Ruso, aquel volante de marca, de mucha presencia y personalidad, fanático de Deep Purple, admirador del heavy metal y que alguna vez, -cuando las cuentas no cerraban- trabajó en un bar para ganar unos pesos más, dejó de jugar prematuramente a los 32 años en Ituzaingó, el mismo club que luego le abrió las primeras puertas de la dirección técnica.

15 equipos y 25 años después, y bordeando los 60, es un técnico codiciado, probado, consolidado. No vende espejitos de colores, no hace declaraciones rimbombantes, no festeja los goles de su equipo, no se le mueve un músculo de su rostro, no transmite emoción alguna y sus equipos no jugarán lindo pero a su manera, juegan bien.

Su Belgrano antes y su Atlético Tucumán ahora llevan ese sello distintivo del Ruso: duros, difíciles, incómodos.  

“No hay técnicos del ascenso o de Primera, hay técnicos buenos y malos” // “Uno no es ofensivo o defensivo, hay que tratar de interpretar a los jugadores que se tiene” // “¿Cuál es el sentido de hacer ademanes y gesticular? Yo no vendo humo”. Made in Zielinski.

Fracasar es no intentarlo.

Durante el ciclo más largo de un entrenador en los últimos tiempos, 5 años, 5 meses y 10 días, en los que fue técnico de Belgrano, pasaron 33 técnicos por los 5 grandes: 9 en Independiente, 8 en Racing y San Lorenzo; y 4 en River y en Boca.

Lleva 8 años en el más alto nivel. Rompió el molde con Belgrano, dirigió a un grande como Racing y su flecha va hacia arriba en Tucumán. Que es defensivo, que juega de contra, que tiene un estilo amarrete, que jugando así va a perder más de lo que va a ganar… Y su nombre suena en todos lados. Lo buscaron en Primera Newell’s y Huracán, en el exterior Emelec y en México; y en la B Nacional su Belgrano.

Fracasar es no intentarlo.

“¿Sabés lo que me costó llegar hasta acá?”. Made in Zielinski. El entrenador que quedó en la historia… de Belgrano, de River, de Boca y del fútbol.