La historia de los encuentros entre Boca y Belgrano

Superliga

Boca-Belgrano: esto es fútbol

10/02/2019 | 14:09 |

Dos equipos con objetivos de una diferencia abismal y de una situación totalmente distinta se miden este domingo. Repasá la historia de sus cruces.

Mauricio Coccolo

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Las distancias parecen abismales. Mientras Belgrano busca puntos como pepitas de oro en el medio del barro, Boca se da el lujo de elegir objetivos: si no es el campeonato, será la Copa.

Mientras Belgrano mira a los jugadores hasta el detalle para ver cuál está en mejores condiciones, Boca puede armar dos equipos de nivel y dejar todavía a algunos afuera. Mientras Belgrano sufre por la venta de su figura en un puñado de dólares, Boca vendió a dos manos en cifras millonarias. Mientras Belgrano trajo lo que pudo, Boca trajo todo lo que quiso y un poco más por las dudas.

Si fuera por cómo llegan, por el valor de los planteles, por la posición en la tabla, por los refuerzos contratados, el partido no tendría ni siquiera que jugarse porque ya se sabe quién sería el ganador, pero -como se dice hasta el hartazgo- esto es fútbol, y ahí está el secreto de la magia: esto es fútbol. Todo puede pasar o puede pasar de todo.

Dos clubes que nacieron prácticamente juntos en 1905, con apenas 15 días de diferencia,recién se enfrentaron oficialmente en un torneo de la AFA 63 años más tarde. Son grandes y populares, uno criado en la capital del país y el otro en la capital de la segunda provincia más importante, pero las desastrosas organizaciones del fútbol argentino hicieron que sus caminos no se cruzaran más que en amistosos durante seis décadas.

Al primer partido, por el Nacional 68 en la Bombonera, lo siguieron otros tres que tuvieron la particularidad de jugarse todos en el Gigante de Alberdi: empataron 2 a 2 en el 72, Belgrano ganó 3 a 2 en el 73 -con un gol olímpico del Turco De Sá- y Boca se impuso 2 a 1 en el 74, este cruce volvió a las memorias por estos días porque fue el último que se disputó en el estadio Pirata.

Después de recorrer el país en los regionales, y tras pelearla en el nuevo Nacional B, a Belgrano le llegó el turno de volver a jugar en Primera, con plaza fija, en la temporada 91/92.Una de las grandes alegrías de aquella campaña fue contra Boca en la penúltima fecha del torneo Clausura. El Pirata tenía un equipazo con Sodero, Rosané, Bonetto, el Beto Fernández, Primo, Chiche Sosa, Laciar, Artime y Spallina, entre otros. Ganaron 1 a 0, en el Chateau, con gol del Tano Spallina.

En noviembre del 93 Belgrano ganó por primera vez en la Bombonera, le alcanzó con un golazo de Luis Ernesto Sosa, que a falta de diez minutos para el final bajó de pecho una pelota al borde del área, la hipnotizó y metió una bolea perfecta que dejó parado al Mono Navarro Montoya.

Ese triunfo bautismal del Pirata contra Boca en su cancha abrió la puerta de la mejor racha histórica de los cordobeses sobre los Xeneizes, porque después vendrían tres victorias consecutivas: 1 a 0 en el 1994 -con un gol de Claudio Edgar Benetti-, un recordado 3 a 0, ese mismo año, con tres goles en poco más de 40 minutos, y el 1 a 0 del 95 con el tempranero grito del Luifa Artime a los 55 segundos en la Bombonera.

La réplica de Boca fue dura: después de las cuatro victorias consecutivas del Pirata llegarían siete triunfos en fila del Xeneize. Hubo goles, goleadores y goleadas de todos los colores: desde el Manteca Martínez, hasta Palermo, pasando por Guillermo, Barijho, el Chelo Delgado y Riquelme, pero el que se roba todos los recuerdos es Diego Armando Maradona, que el 9 de junio de 1996, contra Belgrano, metió el último gol de jugada de su vida: fue una pincelada sutil, a pie alzado, que le hizo dibujar a la pelota una parábola perfecta para superar a Labarre, que un rato antes había tenido la osadía de atajarle un penal.

Belgrano empezó la temporada 2001/2002 temiendo lo peor (que finalmente ocurriría), pero sin saber que en ese mismo momento, además de ganarle 3 a 1 a Boca de visitante por la primera fecha, estaba pariendo al jugador que más veces se pondría la camiseta celeste en toda la historia: Juan Carlos Olave, que atajó por primera vez con el buzo Pirata un 19 de agosto de 2001 nada más ni nada menos que en el arco de la Bombonera que de frente tiene a la Doce.

El efímero paso de Belgrano por la Primera División en la temporada 2006/2007 dejó pocos recuerdos gratos, y uno de ellos fue el triunfo por 1 a 0 sobre Boca en el Chateau con gol de Franco Peppino. Era diciembre, hacía calor. Los dirigidos por La Volpe venían a buscar el punto que los convirtiera en tricampeones. Tenían todo preparado para dar la vuelta olímpica, pero… el destino, y el fútbol, quisieron otra cosa.

El 16 de octubre del 2011, Boca recibió a Belgrano en su cancha por la fecha 11 del torneo Apertura. Nada extraordinario, si no fuera porque se trató de la primera vez que volvían a verse las caras después de que el Celeste mandara al descenso a River en el Monumental. Siempre se había dicho que algo así como un hilo invisible de similitudes unía a los "Bosteros" con los "Piratas": la estirpe luchadora, de barrio, sufrida, populosa, humilde y aguerrida tendría desde aquel día un punto más de contacto.

En lo que podría denominarse la era post descenso de River, Boca y Belgrano se enfrentaron diez veces, con cinco triunfos xeneizes, tres empates y dos victorias piratas, ambas muy recordadas: 3 a 1 en el Kempes por el Inicial 2012, el día que Guillermo Farré cerró el circulo, y 3 a 2 en una Bombonera vacía que fue testigo de los goles de Rigoni, Lollo y el Picante Pereyra.

En los últimos cuatro partidos Boca se llevó todo e incluso hubo goleadas: 3 a 0 en el 2016, de la mano del mejor Tevez, y 4 a 0 en el 2017, el día que Belgrano jugó uno de los peores partidos que se le recuerden desde que ascendió.

En el balance global de la historia, Boca le lleva a Belgrano ocho partidos de diferencia (18 a 10, con 7 empates), en el presente de la tabla los separan 22 equipos y 17 puntos. Es mucho. Las distancias parecen abismales. Mientras Belgrano mira para abajo y trata de no caerse, Boca apunta a seguir subiendo. Mientras Belgrano ya no sabe cómo hacer para sacarse la tierra de encima, Boca parece haber dejado atrás los porrazos del pasado reciente. Mientras Belgrano sufre cada partido, Boca quiere volver a disfrutarlos. Es cierto: hay mucha distancia entre uno y otro. Demasiada. Pero -dicho sea una vez más- esto es fútbol. Gracias a dios que esto es fútbol.