Argentina, los árbitros y las conspiraciones

Informe de La Previa

Argentina, los árbitros y las conspiraciones

17/05/2020 | 13:55 | Partidos como los de la Selección y Alemania en 1990 y 2014 dejaron polémicas históricas. Con el tiempo, surgieron explicaciones alternativas que rozan lo inverosímil.

Mauricio Coccolo

Audios

Argentina, los árbitros y las conspiraciones

Si en Argentina no existieran las teorías conspirativas, alguien las inventaría para poder explicar las derrotas del seleccionado de fútbol. Cuando la Selección pierde un partido importante siempre aparecen un montón de explicaciones, pero las preferidas por el público, la prensa y los propios protagonistas son las que buscan motivos ocultos, confabulaciones, para hacer perder al equipo nacional.

En la búsqueda de culpables, los árbitros suelen ser los primeros apuntados, y si en el combo entran la FIFA, la Conmebol y algún otro poder político, tanto mejor. También hace falta un gran líder que levante la bandera del reclamo y guie a la Nación despojada.

Las piezas de la final entre Argentina y Alemania, en el Mundial de Italia 90, encajan a la perfección para armar la teoría conspirativa. Durante años, la bronca nacional se concentró en la supuesta falta de Sensini que le dio la victoria a los alemanes, pero en los últimos días la polémica se reavivó por un video donde se ve un claro penal para Argentina, que el árbitro no cobró.

Faltaban 12 minutos, Gabriel Calderón entra al área por el vértice y cuando se está por llevar la pelota, Lothar Matthäus lo engancha con la pierna izquierda, arrastrándolo. Calderón cae por la infracción y un segundo después, desde el piso, levanta el brazo y la mirada reclamándole al árbitro. Codesal estaba en una posición privilegiada, de frente, pero decidió ignorar la falta.

El claro penal que el mejicano Codesal no le dio a la selección argentina en aquella final de Italia pudo haber cambiado la historia. Pero no lo cobró y, una vez más, se abrieron millones de especulaciones, con Diego Maradona, y sus lágrimas, como bandera de los despojados.

Es muy común considerar corruptos a los árbitros que se equivocan en contra y humanos a los que erran a favor. Maradona encarna como nadie esa doble cara: por un lado, no pierde oportunidad de apuntar contra Codesal, al que califica de “ladrón”, y por el otro llama “amigo eterno” al juez tunecino Ali Bennaceur, que no vio su mano en el primer gol contra los ingleses. En el fútbol no interesa tanto que los jueces sean justos, sino más bien que cobren a favor.

En la prehistoria de la Selección, antes de Menotti, cuando el único título era el de “campeones morales” también existían los chivos expiatorios. La trama más compleja ocurrió en el Mundial de 1966. La famosa historia que terminó con Rattin estrujando la bandera británica y sentado en la alfombra de la reina —que no estaba en la cancha—, empezó con la designación de árbitros europeos cruzados para dirigir a los sudamericanos: un inglés en Alemania-Uruguay y un alemán en Inglaterra-Argentina.

Nunca quedó claro por qué el juez germano, Rudolf Kreitlein, expulsó a Antonio Rattin. Las imágenes solo muestran al capitán argentino, tratando de hacerse entender, reclamando por un traductor. Según Bobby Charlton, Rattín había cometido una falta “flagrante” y protestó la decisión del árbitro. El propio juez declaró que, aún sin comprender el idioma, había notado la actitud desencajada de Rattín.

Como sea, si había una forma de perder contra Inglaterra aquella era la mejor: de visitante, en Wembley, y con una decisión polémica del árbitro. La Selección fue recibida por una multitud jubilosa, cuando aterrizó en Ezeiza, y Rattín fue trasladado hasta la recepción que había preparado Onganía envuelto en una bandera argentina.

En estos días de abstinencia obligatoria de fútbol, se repitió hasta el hartazgo la final del Mundial de Brasil entre Argentina y Alemania. Obviamente, también se volvió a discutir sobre la acción de Neuer chocando contra Higuaín.

La jugada que pudo haber cambiado la historia de la final del Mundial de Brasil, sigue generando debates. Para algunos, cada vez que la ven, es más penal que antes y, para otros, continúan quedando dudas. Lo que resulta increíble, es que el italiano Nicola Rizzoli haya cobrado tiro libre para Alemania, justo lo único que —seguro— no había sido: falta de Higuaín.

Sobre el Mundial 2014 no se tejieron muchas especulaciones, primó el agradecimiento a los jugadores y la bronca contra el árbitro pasó a un segundo plano. Además, alcanzaba recordar cómo había sido el sorteo para desarmar cualquier teoría: la imagen de Crespi, dirigente de la AFA, tocándose con los dedos el hombro, agradeciéndole al Jefe Grondona por los rivales que le habían tocado a Argentina, podría usarse como una confesión de parte.

Un año después de Alemania, Argentina perdería otra final, ahora contra Chile, de visitante. Había algunas cositas para enredar la maraña de especulaciones: los locales nunca habían ganado la Copa y el colombiano Roldán no le sacó roja a Medel, por una brutal plancha contra Messi. Pero, después de la derrota por penales, no hubo más que decepción por una nueva frustración.

Sin que nadie lo supiera, la mecha que se había encendido en Santiago terminaría explotando cuatro años más tarde en la Copa América de Brasil. El punto final de la bronca fue contra Chile en el partido por el tercer puesto, que terminó con una insólita expulsión de Messi después de cruzarse contra Medel.

Pero la historia de la última Copa América no está en el último partido de la Selección, sino en el juego previo contra Brasil. Después de una fase de grupos floja, y con el técnico errando casi todos los cambios, Argentina venía levantando hasta que se encontró con el local. Con el local, con Dani Alves, con el árbitro Zambrano y con el VAR.

Los fallos arbitrales a favor de Brasil y la mala utilización de la tecnología, fueron las gotas que colmaron el vaso. Con el detalle inédito de que Lionel Messi sería el que tomaría la bandera para encabezar la marcha de la bronca. Como nunca, el capitán argentino se subió al ring y repartió para todos lados, incluyendo a la Conmebol.

El Messi parecido a Maradona encantó a muchos argentinos, incluso a los que siempre habían mirado de reojo al rosarino cada vez que jugaba para su país. Da para pensarlo: hay gente que se conmueve más con las actitudes y las declaraciones, que con los goles y las gambetas.

No es Argentina el único país del mundo en el que se discute a los árbitros o se tejen teorías conspirativas aplicadas al fútbol, pero lo que sí tenemos es una fascinación especial por los héroes, de botines y pantalones cortos, que agarran la bandera y guían al país en la pelea contra los fantasmas.

Por Mauricio Cóccolo.

Te puede Interesar

Informe de La Previa

Se cumplen 33 años del primer Scudetto del Napoli, de la mano de Maradona, allá por el 10 de mayo de 1987 tras empatar ante Fiorentina. Una historia de romance desde el primer día.

Revuelo en "el Lobo"

Se trata del uruguayo Brahian Alemán. Aunque elogió al DT, contó datos que generaron polémica sobre el trabajo del ex 10. Mirá.

Una historia de película

Se trata del congoleño Hiannick Kamba, ex jugador del Schalke 04, quien fue dado por fallecido en un accidente de tránsito sucedido hace cuatro años en su país natal. Conocé la historia.

Fútbol argentino

Lo dijo a Cadena 3 su presidente, José Alfano, al referirse a esa posibilidad. Argumentó que la recaudación significa una parte importante del presupuesto. Apoyó la decisión de AFA de suspender el torneo y los descensos