Esto no es lejano oeste

La figura de Susana Giménez se convierte en tema de conversación tras sus declaraciones sobre la gestión de Javier Milei. Susana elogia las acciones del presidente, destacando la reducción de impuestos y sugiriendo que la Argentina está mejorando. 

Sin embargo, también plantea la necesidad de abordar el tema de la inseguridad, insistiendo en que “el que mata tiene que morir”. Esta postura genera un debate intenso sobre la justicia y la moralidad de tales afirmaciones.

La propuesta de construir cárceles al estilo Bukele en El Salvador, donde la criminalidad ha disminuido drásticamente, también se menciona. Sin embargo, surge la contradicción de que, al abogar por la pena de muerte, se asume un rol que debería ser exclusivo de la justicia. La conversación se torna compleja, ya que muchos oyentes y comentaristas cuestionan la efectividad de estas medidas y la necesidad de un enfoque más legalista y menos visceral.

La realidad del sistema judicial argentino se pone sobre la mesa, con un 92% de los encuestados opinando que la justicia funciona mal. Este dato resuena fuertemente, y la necesidad de reformas se hace urgente. 

La discusión no se limita a la pena de muerte o a la construcción de cárceles, sino que aboga por un sistema que funcione adecuadamente y que no dependa de soluciones extremas.