Balcones de la historia: del Cabildo a San José 1111

Este viernes, la liturgia política nos convoca a un aniversario ineludible: el peronismo cumple nada menos que ochenta años, y la fecha, el 17 de octubre, se celebra con la mística que le es propia. 

La Confederación General del Trabajo (CGT) es la anfitriona y planea un mapping en el emblemático edificio de la central obrera y ha convocado a una caravana bajo el lema "Leales de Corazón" con destino a San José 1111, donde se espera el final del acto.

Pero más allá de las convocatorias y los festejos de la militancia, la jornada me lleva inevitablemente a reflexionar sobre un símbolo: el balcón. 

Es, sin duda, un lugar icónico, un escenario central que se funde con la historia del movimiento justicialista desde aquel 17 de octubre de 1945. Tras su liberación, Juan Domingo Perón no dudó en utilizarlo para pronunciar el discurso que sellaría su vínculo eterno con las masas.

Curiosamente, recuerdo cómo otras figuras del peronismo reciente se distanciaron de ese espacio. Pienso en Cristina Kirchner, quien durante su presidencia optó por privilegiar escenarios montados en la Plaza de Mayo para sus grandes actos, evitando ese balcón que tanto marcó la épica peronista.

Sin embargo, su relevancia histórica trasciende un único partido. Ese mismo balcón fue utilizado por Raúl Alfonsín para celebrar la vuelta a la democracia. También sirvió de telón de fondo para los festejos del segundo Mundial, un hito que demuestra su capacidad para ser un símbolo nacional que excede la política partidaria.

En la actualidad, el uso del espacio ha cambiado. Javier Milei, si bien no utiliza el balcón para discursos multitudinarios, sí ha realizado apariciones puntuales con personalidades destacadas, lo que resalta una curiosidad sobre el uso contemporáneo de ese palco histórico.