La Justicia avaló un caso de "inseminación casera"

La Mesa de Café

Reconocen comaternidad en un caso de "inseminación casera"

12/11/2018 | 09:33 |

La jueza porteña Andrea Danas ordenó que el Registro Civil inscriba como hijo de dos mujeres al bebé. Especialistas advierten sobre los riesgos de esta práctica.

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Un fallo de la Justicia reconoció la comaternidad de dos mujeres pese que la fertilización asistida no se realizó en un centro de salud, sino en un caso de "inseminación casera".

La jueza porteña Andrea Danas ordenó que el Registro Civil inscriba como hijo de dos mujeres al bebé luego de que en el Registro Civil le habían negado el reconocimiento de comaternidad debido a una laguna legal.

Ante el rechazo, con el apoyo de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans las madres presentaron un recurso de amparo, que fue resuelto de manera favorable tras el fallo de la jueza Danas, subrogante del Juzgado 19 en lo Contencioso Administrativo y Tributario.

En los casos de reproducción asistida, para que un niño sea inscrito como hijo de dos personas del mismo sexo, él o la cónyuge debe presentar un consentimiento previo, informado y libre en el centro de salud que interviene.

Sin embargo, esto no ocurre en la fertilización casera, ya que no participa ninguna institución.

En concreto, las madres apelaron a una "inseminación asistida realizada en su hogar con gametos masculinos de un donante sin voluntad procreacional", según explicaron en el amparo las abogadas de las mujeres, María Rachid y Flavia Massenzio.

Las protagonistas del caso, Evelyna y Nury, se habían conocido en Bogotá en junio de 2005 y se casaron el 8 de junio de 2015 en la Ciudad de Buenos Aires.

Tras varios intentos por ser madres mediante técnicas de reproducción asistida que no tuvieron éxito decidieron buscar un donante que no tuviese voluntad procreacional, al que encontraron en 2017.

Consultado por Cadena 3, José Sad Larcher, médico especialista en medicina reproductiva, señaló que no recomienda utilizar estos métodos al advertir que esta práctica no está sujeta a los estrictos controles que se realizan en un centro de salud.

"No lo recomendamos de forma rutinaria, sino en un programa en un centro de reproducción asistida con un banco de semen donde haya controles adecuados", dijo Sad Larcher.

"Allí se recibe la muestra del donante, se firman documentos previos, se hacen estudios de rigor y una vez cumplidos se libera esa muestra. Eso hubiese sido lo correcto", consideró.

Y agregó: "Al utilizar semen de un donante es que la paciente se está exponiendo a todos los riesgos de transmisión de enfermedades, no solo ella sino el bebé que se concibe".

Por otro lado, el especialista dijo que la práctica no es frecuente ya que en nuestro país "hay buen acceso a la reproducción asistida, se puede realizar con coberturas del sistema de salud y con los medios adecuados".

En ese sentido, insistió en que recomienda una evaluación completa del semen "que garantice que todas las variables sean controladas".

"Lo que uno siempre insiste a esas parejas es que no dejen de prestar atención a la seguridad del proceso porque el objetivo no es solamente el embarazo sino un bebé sano", indicó.

Con respecto a la necesidad de firmar un consentimiento previo explicó que el documento hubiese permitido a la pareja tener la tranquilidad que la voluntad procreacional era de ambas e impedir que en un futuro el donante del semen pueda presentar un reclamo.

Entrevista de Miguel Clariá.