La Mesa de Café
15/09/2025 | 10:36
Redacción Cadena 3
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Un oftalmólogo argentino le "devolvió" la vista a cientos de personas en África
Gerardo Valvecchia es oftalmólogo y director de cirugía del Centro Oftalmológico San Camilo de Berazategui y compartió su experiencia respecto a cómo fue "devolverle" la vista a personas en regiones marginadas de Argentina y África.
Valvecchia (MP. 92.705) relató cómo su trabajo, impulsado por un fuerte compromiso social, transforma vidas en lugares donde el acceso a la salud es limitado.
"La mayoría de los médicos tenemos un gen que nos lleva a querer ayudar al prójimo, y lo mejor es hacerlo donde ellos viven", expresó el doctor a Cadena 3. Destacó su motivación para llevar medicina de alta tecnología a zonas donde no llega.
En Argentina, según explicó, enfrentó dificultades iniciales para realizar estas tareas debido a cuestiones políticas: "No nos dejaban entrar en ningún lado, aunque íbamos gratis. A veces, mostrar un ciego era admitir fallos en las campañas sanitarias".
Su vida dio un giro en 2017 al conocer a Elena Barraquer, directora de la Fundación Elena Barraquer de España. "Le dije: 'Elena, llévame a África'. A los tres meses estaba en Mozambique", recordó.
Esta experiencia no solo le permitió operar en África, sino que también abrió puertas en Argentina: "Cuando volví, parecía Gandhi. Fue una cosa muy loca, me abrieron las puertas para trabajar acá".
Valvecchia describió la intensidad de las jornadas en estos proyectos: "Son larguísimas, terminamos agotados, operando en lugares que a veces no son quirófanos, como un salón de colegio. Llevamos 600 u 800 kilos de equipos, armamos y desarmamos todo a pulmón". A pesar del cansancio, aseguró que la experiencia es transformadora: "El que empieza no deja de hacerlo nunca. Cambia la vida de los pacientes y la nuestra. Es un motorcito impresionante".
El oftalmólogo destacó el impacto emocional de su trabajo, especialmente al operar cataratas, una cirugía que en 15 minutos puede revertir la ceguera. "En África, tapamos el ojo un día. Cuando lo destapamos, ves esa cara adusta que empieza a sonreír. Es el 'efecto wow'. Es magia que se repite una y mil veces", afirmó.
En Argentina, Valvecchia trabaja tanto en su práctica privada en Quilmes como en el sistema público de Berazategui, pero su compromiso se extiende al Impenetrable chaqueño. Allí, explicó, la ceguera tiene un impacto devastador: "En una ciudad grande, un ciego puede ser independiente. En el Impenetrable, en una casilla precaria, es muy difícil. Esa persona queda arrumbada, asistida por un familiar, generalmente un menor que no va al colegio. Operar un ojo cambia la vida del paciente y de su familia".
Sobre los avances tecnológicos, Valvecchia señaló que las cataratas, antes irreversibles, hoy se resuelven con cirugías breves y de alto éxito: “Gracias a la tecnología, en 10 o 15 minutos, el noventa y tanto por ciento de los pacientes quedan perfectos. El problema es que las máquinas y los insumos son carísimos, y ahí entra la Fundación para proveerlos”.
El doctor también reflexionó sobre las diferencias globales en el acceso a la salud: "En Mozambique, con 35 millones de personas, hay muy pocos oftalmólogos, y la mitad operan mal. Es un país entero de gente ciega. En Argentina, por suerte, tenemos muchos y muy buenos profesionales”.
Valvecchia destacó el trabajo de la Fundación Elena Barraquer y de iniciativas locales, como la Sociedad Astronómica de Córdoba, que recientemente operó a 150 personas en la provincia. "Estas cosas abren puertas", concluyó.
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/Fin Código Embebido/Entrevista de Miguel Clariá.
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