Seguridad pública en Córdoba: "El guardia privado no debe creerse policía"

En Córdoba se debate en la Legislatura el proyecto de ley de seguridad pública que presentó Martín Llaryora, quien propuso la intervención de guardias locales de prevención y convivencia, previendo la incorporación de agente locales capacitados y certificados para el uso de armas menos letales, como auxiliares de la Policía y en el marco de estrategias comunitarias.

Sobre ello habló en Cadena 3 el exjefe de Policía de Córdoba, Ramón Frías, quien valoró la intervención de la seguridad privada pero pidió delimitar cuándo y cómo podrá actuar, para que sea de forma segura y que no corra mayores riesgos.

"Es muy importante abrir el debate y reglamentar las leyes que delimiten los cuándo y cómo", comenzó su relato Frías, y aclaró que el personal de seguridad privada tiene que ser preventivo: "Hace de contención, de encauzamiento y de dirección, pero cuando interviene un delito debe intervenir la autoridad pública, más si hay desmanes".

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Sin embargo, comentó que el guardia privado puede intervenir y retener a una persona que comete un delito. "Si visualiza el delito deben intervenir, seguridad privada no está de adorno. Pero acá viene el profesionalismo de la persona, y entiendo que a eso tienden los proyectos: a profesionalizar a la seguridad privada", completó.

Además, manifestó que "en la realidad social en que vivimos la seguridad privada está subvalorada y ahora se la está valorando más, entonces lo que corresponde es profesionalizar, capacitar y entrenar a los guardias de seguridad privada".

Y agregó: "Hay que tener mucho cuidado una vez que proporcionamos un arma menos letal porque mal usada puede ser letal".

Es por ello que pidió que se deje en claro cuáles son "las hipótesis de conflicto de intervención del guardia privado donde puede usar las armas menos letales".

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En esa línea, expresó que "el guardia necesita sentirse más seguro porque está cumpliendo una función de seguridad y muchas veces es el primer freno ante el delito", por lo que "necesita tener algo en su poder que lo haga sentirse más seguro".

"La discusión que hay que dar es qué elementos le vamos a dar y cuándo usarlos", ratificó. Y amplió: "En la realidad que vivimos no podemos enfrentar una delincuencia súper armada y obligar a un guardia privado que intervenga ante la exhibición de un arma de fuego".

Aseguró que "es mejor dejar que se vaya el delincuente a tener un guardia fallecido", y concluyó: "El guardia privado no debe creerse policía y debe conocer cuál es su límite de actuación".

Entrevista de "Siempre Juntos".