Psicóloga, ante las prohibiciones: "Hay que tener esperanza"

Analia Urretavizcaya, psicóloga, dialogó en Mesa de Café y se refirió a la suspensión de las reuniones sociales en todo el país y en cómo esto afecta a cada persona.

Si bien indicó que las personas necesitan del contacto humano, prefirió hacer hincapié en la "esperanza" como motor necesario para adaptarse a esta situación.

"De alguna manera lo que viene es mejor y no es peor. Esa esperanza es bueno transmitirla porque también una parte de la adaptación es saber para qué hacemos el esfuerzo", dijo.

Si lo hacemos pensando que será mejor, será más fácil adaptarse. La esperanza es fundamental.

Urretavizcaya señaló que la idea de esta medida es reducir las reuniones sociales y no las familiares.

"Se refiere a aquellas que ya habían empezado a aparecer como las reuniones en hogares, fiestas y demás. Lo que se evitan son los encuentros en espacios cerrados que parece ser el lugar a donde más contagios hay", indicó.

Estamos como en una especie de relajación de las medidas, entonces nos cae muy mal que nos digan esto. Pero la verdad es que son los lugares a donde más se contagian.

La psicóloga destacó que a los argentinos "nos gusta mucho" reunirnos y somos "susceptibles" ante estas prohibiciones.

"Somos muy susceptibles a no poder reunirnos. Nos hace bien porque nos reímos, abre nuestras expectativas y deseos. Todo contacto con otros nos pone más creativos porque se nos ocurren otras cosas, chistes, comentarios y experiencias. Y eso nos hace bien más allá del contacto físico. Sin embargo, creo que esto va a bajar el contagio y hay que tener esperanza. Tenemos que evocar la expectativa y lo bien que nos va a hacer si hacemos esto", detalló.

Además, destacó que el hecho de haberse podido reunir con familiares hasta este momento "da fuerzas" para seguir adelante.

"El haberse encontrado un abuelo con su nieto, mayores con afectos y niños con sus amigos por un lado nos desanima, pero por el otro nos dio un impulso más", afirmó.

Haber vuelto a estar con afectos nos hace seguir un poquito más fuertes. Es una inyección de energía para seguir.

Finalmente, indicó que las personas tienen la tendencia de siempre estrechar vínculos y de necesitar la presencia de un otro.

"El contacto intimo lo necesitamos y deteriora nuestra salud y bienestar si no lo tenemos. Pero una cosa son los afectos familiares, con quienes estamos y nos vemos, y otra es la gente que eventualmente vemos que pueden ser amigos más lejanos. No podemos estar sin contacto físico ni afecto. Necesitamos contacto humano porque nos hace sentir protegidos, seguros y cuidados para afrontar las cosas de la vida", finalizó.

Entrevista de Miguel Clariá.