Liebau, sobre la serie de Nora Dalmasso: "Es una síntesis de 18 años de terror"

- ¿Cuál fue tu primera impresión al ver la serie documental "Las mil muertes de Nora Dalmasso"?

Me conmovió muchísimo. Es una fiel síntesis de 18 años de terror y horror, donde Nora Dalmasso, su recuerdo y su familia, fueron atacados por casi todos. Afortunadamente hubo quienes nos apoyaron y dieron fuerzas para seguir.

El conocimiento que tomó la gente y la reacción ha sido extraordinaria; nos da fuerza para seguir en la pelea por lograr un juicio justo en contra de la persona que ahora existen elementos en la causa, que estuvieron siempre, y que ahora está siendo investigado. Queremos que exista un juicio con absolución si es inocente y con condena si es culpable.

- La serie muestra el padecimiento de la familia Macarrón, especialmente de los hijos, Facundo y Valentina. ¿Cómo viviste el acompañamiento a Facundo, quien enfrentó acusaciones gravísimas a sus 19 años?

Fue espantoso que hayan destrozado a su madre indefensa. Fue devastador. Además, destrozaron a Nora, creando un personaje que no era. Incluso si hubiera sido como la pintaron, ¿eso justificaría que la abusaran y mataran? Es atroz.

- En la serie se menciona el ensañamiento mediático, como la publicación de fotos del lugar del crimen o listas de supuestos amantes. ¿Cómo enfrentaron esto como representantes legales?

Fue un horror. Logramos, a través de un amparo, evitar que se siguieran publicando fotos del cadáver de Nora y una carta que Valentina, con 15 años, le había escrito a su padre. Los medios planeaban analizar esa carta con un psicólogo, insinuando cosas aberrantes sobre la relación entre padre e hijo. Gracias a la justicia federal de Río Cuarto y a la jueza Curtino, eso no salió.

- Sobre las investigaciones, se menciona un informe del FBI de 2007 que señalaba al parquetista Roberto Bárzola como sospechoso. ¿Por qué no se investigó en su momento?

Había dos informes oficiales del FBI: uno indicaba que había que investigar a un trabajador que estaba en el lugar del hecho a la hora de la muerte, Roberto Bárzola, y otro señalaba un perfil genético desconocido en el cinto de la bata de Nora. Ese ADN, años después, se comprobó que era de Bárzola. Siempre pedimos comparar el ADN, pero no se hizo en su momento. Mientras tanto, acusaron al marido, Marcelo Macarrón, que estaba a 1200 kilómetros jugando al golf a la hora del crimen.

- ¿Cómo explicás que los fiscales hayan ignorado pruebas tan contundentes y hayan perseguido teorías rebuscadas, como la del sicario o la implicación de Marcelo Macarrón?

Es muy complicado entender por qué los fiscales Di Santo, Miralles y Pizarro fueron por teorías inexplicables, sin pruebas de un sicario, un acuerdo o un motivo razonable. En representación de la familia, hemos pedido un jury ante la Legislatura de Córdoba para que estos fiscales den respuestas a la sociedad. Si no se equivocaron, que lo demuestren. Pero si cometieron errores, deben enfrentar las consecuencias, como cualquier profesional.

- A pesar de las fallas, destacaste el trabajo de algunos fiscales posteriores. ¿Qué tenés para decir al respecto?

El fiscal de Cámara, el doctor Rivero, tuvo una actuación ejemplar y valiente al pedir la absolución de Marcelo Macarrón, y la Cámara lo acogió, ordenando un juicio por la verdad. El fiscal actual también está haciendo una labor fantástica con un compromiso extraordinario.

- ¿Creés que el caso prescribe?

Consideramos, junto con la doctora Mussolini y el apoyo del fiscal Jávega, que el caso no está prescrito. Durante mucho tiempo, se impidió a los familiares directos ejercer su derecho a la querella al acusarlos injustamente. Esto, junto con otras cuestiones técnicas, interrumpe la prescripción. No solo queremos un juicio por la verdad, como resolvió el juez de control, sino un juicio justo y completo, con absolución o condena según corresponda.

Entrevista de Miguel Clariá.