Tomar la sartén por el mango: de una parrilla familiar a un fenómeno exportador

Todo comenzó con una parrilla y el fanatismo de un padre por Francis Mallmann. Hoy, Kankay es una marca consolidada que fabrica sartenes y utensilios de cocina libres de teflón, con materiales nobles como el hierro, el acero y la madera. Con más de 60.000 unidades vendidas, presencia en ocho países y un equipo de más de 150 personas, el emprendimiento fundado por Tomás Beutin y Federico Schaer es uno de los casos más inspiradores de La Argentina Posible.

“Arrancamos desde el garage de nuestras casas, haciendo parrillas con un herrero de barrio. Éramos dos amigos de toda la vida, con espíritu emprendedor”, recuerda Tomás en diálogo con Cadena 3. Desde esa primera chispa, no pararon. Primero vinieron los asadores, después los contenedores para exportar parrillas durante la pandemia y, finalmente, la sartén que cambió todo.

Del fracaso a la oportunidad

El salto a las sartenes se dio casi por accidente. “Un cliente nos pidió desarrollar un modelo sin teflón, hicimos toda la inversión, y al final se bajó. Teníamos todo armado y decidimos venderlas nosotros. Y fue un éxito. Nos dimos cuenta de que había una necesidad enorme en el mercado”, cuenta Beutin.

La propuesta era clara: volver a las raíces de la cocina saludable. “El teflón contiene PFOA, un químico tóxico que se desprende con el uso y que es muy difícil de eliminar del cuerpo. No somos médicos, pero cada vez hay más estudios que lo demuestran”, explica. Y agrega: “Muchos recordamos las ollas de hierro de nuestras abuelas. Esa es la cocina real. Nosotros queremos recuperar esa esencia, sin perder diseño ni calidad”.

/Inicio Código Embebido/

Crecimiento sostenido y con impacto

El crecimiento de Kankay fue exponencial. “Arrancamos haciendo 2.000 sartenes por mes y hoy producimos 25.000”, destaca. Y detrás de cada unidad, hay una cadena de valor genuina: 50 personas trabajan directamente en la empresa, otras 60 en la metalúrgica asociada, y decenas más en proveedores de cueros, packaging y accesorios.

Kankay también es un caso de éxito digital. “Vendemos principalmente por e-commerce y ya abrimos nuestro primer local en San Isidro. Queremos ir ahora por Palermo, Recoleta, y después expandirnos a Rosario, Córdoba y Mendoza”, detalla Tomás. En paralelo, la firma ya exporta a Alemania, Australia, Reino Unido, Chile y Uruguay, y proyecta desembarcar en nuevos mercados.

/Inicio Código Embebido/

Un modelo de negocio con propósito

Más allá de los números, lo que diferencia a Kankay es su filosofía. “Queremos hacer productos duraderos, nobles y sin tóxicos. Educamos al consumidor sobre cómo cocinar con hierro. Nos entusiasma cambiar hábitos”, afirma Tomás. Y ese entusiasmo se nota.

/Inicio Código Embebido/

Entrevista de Claudio Giglioni