Tierra del Fuego: el emprendimiento lanero que convierte historia en diseño

En el corazón de Tierra del Fuego, donde los vientos cruzan las estepas y el mar se funde con la cordillera, una historia familiar sigue hilando presente y futuro. Martín Pastoriza es tercera generación de criadores de ovejas. Su familia llegó a Tierra del Fuego entre 1896 y 1913, desde Galicia, y desde entonces hizo de la lana un modo de vida.

"Siempre estuve involucrado con la lana", cuenta Martín. Fue clasificador, comprador y coordinador del programa Prolana de Nación. Pero en cada sobremesa familiar surgía la misma inquietud: ¿cómo agregar valor a la materia prima, sin limitarse a venderla en bruto?

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Así nació Ona Land, un emprendimiento textil que elabora productos como mantas, ponchos y ruanas con lana de ovejas jóvenes –borregas– de la raza Corriedale, característica de la región. “Trabajamos con un rango de 24 a 25 micrones y trazabilidad orgánica. Somos la primera marca textil argentina en mantener la certificación de orgánicos”, destaca Pastoriza.

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Ona Land es el resurgimiento de un proyecto anterior y hoy se impulsa con fuerza dentro y fuera del país. “Nos eligen mucho para hacer regalos al exterior”, cuenta con orgullo. El trabajo artesanal y la calidad de la lana patagónica conquistan a quienes buscan productos con historia, identidad y una estética cuidada.

“El potencial que tiene la Argentina es enorme”, afirma Pastoriza. “Cuando se den las condiciones y volvamos a creer en nosotros mismos, este país no tiene techo”. 

Entrevista de Fernando Genesir