Trabajo en comunidad
04/12/2025 | 15:16
Redacción Cadena 3
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Ocho familias, un sueño y una escuela que cambió a la localidad de 9 de Julio
En 9 de Julio, en la provincia de Buenos Aires, hace 16 años, un grupo de ocho familias decidió fundar una escuela privada para garantizar que sus hijos —y los de toda la ciudad— pudieran acceder a una educación de calidad sin mudarse a otro lugar. Una “empresa educativa”, como la define una de sus cofundadoras, Silvina Marcó, que hoy ya forma a 350 alumnos y sostiene 92 puestos de trabajo.
Lo que comenzó como una idea que, según Marcó, parecía “loca”, se transformó en el Colegio Los Ceibos. Un proyecto que nació del deseo de estas familias de ofrecer una propuesta pedagógica distinta: jornada extendida, contacto con la naturaleza, fuerte carga de deportes e inglés y un enfoque centrado en la persona. “Soñábamos con un colegio donde pasaran cosas distintas”, recuerda.
Además de su historia y sus logros, Marcó compartió el detrás de escena de un camino que no fue fácil: conseguir apoyo económico, generar confianza en la comunidad, llenar las aulas y sostener financieramente una institución que hoy emplea a 92 personas. “Nos decían que la autogestión iba a llevar diez años; llevó bastante más”, admite.
El proyecto no surgió de especialistas en educación. Entre los fundadores había médicos, productores agropecuarios, industriales y profesionales sin experiencia pedagógica. Pero sí tuvieron una claridad: para hacerlo posible, debían rodearse de gente formada. Así fue como recibieron apoyo del Colegio Santa María de Pehuajó y de asesores especializados que los guiaron en lo legal, lo pedagógico y la construcción de una visión institucional.
Con el tiempo, el colegio no sólo creció: logró instalar una cultura propia y derribar prejuicios iniciales en la comunidad. “Al principio no estaba bien visto que los chicos estuvieran ocho horas en un colegio o que se pagara por educación. Llevarnos la confianza de las familias fue lo que más tiempo nos demandó”, cuenta Marcó.
Hoy, Los Ceibos tiene aulas completas, lista de espera y un sistema de becas y descuentos que alcanza al 40% de sus estudiantes. “Lo importante no es si pagan o no la cuota, sino que elijan el proyecto educativo”, subraya. El acompañamiento a familias, empresas y donantes fue clave para sostener el modelo y garantizar acceso.
Marcó también destaca un elemento central: la convicción de que la educación transforma vidas. “Soy la primera universitaria de mi familia. Sé por experiencia que la educación cambia destinos. Y creo que esa transformación está en nuestras manos”, afirma.
Las satisfacciones se multiplican: viajes educativos, chicos curiosos y seguros, trayectorias personales que reflejan aquel sueño inicial que comenzó hace casi dos décadas. “La gratificación más grande es ver dónde están parados los alumnos hoy”, sintetiza.
El caso de Los Ceibos se suma a otras iniciativas similares que La Argentina Posible viene encontrando: proyectos privados que buscan que los jóvenes puedan formarse, quedarse y desarrollarse en sus ciudades. En definitiva, una apuesta por repoblar y fortalecer el interior de la Argentina a partir de la educación.
Entrevista de Facundo Sonatti
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