El marplatense que creó vasijas de hormigón para las mejores bodegas del país

Lo que comenzó como un viaje con amigos por Mendoza terminó convirtiéndose en un cambio de vida y en una innovación que hoy impacta a bodegas de Argentina, España, México y Chile. Lucas Fasciglione, ingeniero civil y creador de Rupestre Vasijas, contó en Cadena 3 cómo nació su empresa de vasijas ovoides de hormigón para la elaboración de vinos, cervezas y otras bebidas, un emprendimiento que en apenas cuatro años ya suma más de 130 clientes y exportaciones sostenidas.

El proyecto surgió en 2020, poco antes de la pandemia, cuando Fasciglione visitó bodegas mendocinas y quedó fascinado con los huevos de hormigón utilizados para la vinificación. “Vi cómo arrancaban las uvas de las plantas, cómo las transformaban en vino; fue un impacto muy fuerte. Dije: esta vida me está vibrando”, recordó. De regreso en Mar del Plata, empezó a investigar y descubrió una oportunidad: los modelos disponibles en el país se fabricaban en dos mitades, lo que generaba fallas con el tiempo.

El ingeniero ideó entonces un sistema completamente nuevo. Diseñó un molde capaz de desarmarse en “gajos de mandarina”, lo que permite obtener vasijas de una sola pieza, más resistentes y duraderas. Patentó el mecanismo, ganó un concurso del Ministerio de Producción que le permitió financiar la mitad del molde y comenzó la fabricación. “Cuando se lo mostré a la familia enóloga que había conocido, me dijeron ‘si lo hacés, te compro todo’. Ahí confirmé que la demanda era real”, relató.

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A los pocos meses se sumó a una vendimia como pasante y comprobó que había encontrado su camino. “Me levantaba a las cinco de la mañana a limpiar tanques y era más feliz que calculando estructuras”, dijo. Cuatro años después, sus vasijas —fabricadas con un hormigón especialmente diseñado para resistir el ácido tartárico del vino— se utilizan en bodegas de todo el país. Rupestre ya ofrece cinco modelos, exporta desde 2023 y crece sin inversores externos. “Prefiero manejar mi ritmo y mantener mi estilo de vida”, explicó.

Hoy Fasciglione recorre el país visitando clientes, probando vinos y estudiando cómo su tecnología impacta en cada terroir. “Mi vida se parece a lo que vi en aquel viaje con amigos”, aseguró.

Consultado sobre si existe una “Argentina posible”, el emprendedor fue contundente: “Siempre. Por eso nunca fue opción irme. Hay oportunidades en todos lados, pero hay que moverse, hablar con gente, recorrer el país y confiar en uno mismo”. Y agregó que la clave está en la mezcla de pasión, trabajo y responsabilidad: “La pasión te permite resistir las dificultades. Y hacer las cosas bien, no a medias. Cuando hacés las cosas bien, crece”.

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Entrevista de Fernando Genesir